Un grupo de neurocientíficos y neurocirujanos diseñaron una neuroprótesis destinada a corregir los trastornos de la marcha asociados con el párkinson. En un estudio publicado este lunes 6 de noviembre en Nature Medicine, los científicos establecieron en detalle el proceso de desarrollo de la neuroprótesis que ha permitido tratar a un primer paciente lo que le permite caminar de forma cómoda, segura y sin caerse.
Los trastornos incapacitantes de la marcha ocurren en alrededor del 90 por ciento de las personas que se encuentran en una etapa avanzada de la enfermedad de Parkinson. Estos trastornos de la marcha a menudo son resistentes a los tratamientos que están disponibles actualmente.
CÓMO FUNCIONA LA NEUROPRÓTESIS CONTRA EL PÁRKINSON
Marc, de 62 años, ha vivido con párkinson durante casi tres décadas. La dopamina y luego la esciación cerebral profunda que recibió en 2004 trataron sus temblores y rigidez. Más recientemente, desarrolló trastornos graves de la marcha que no respondieron a la dopamina o a la estimulación cerebral. “Prácticamente ya no podía caminar sin caerme con frecuencia, varias veces al día. En algunas situaciones, como entrar en un ascensor, pisoteaba en el acto, como si estuviera congelado allí, se podría decir”.
“La idea de desarrollar una neuroprótesis que estimule la médula espinal eléctricamente para armonizar el procedimiento y corregir los trastornos locomotores en pacientes con párkinson es el resultado de varios años de investigación sobre el tratamiento de la parálisis debido a las lesiones de la médula espinal”, explica Grégoire Courtine, profesor de neurociencia y médico en el Hospital Universitario de Lausana, Suiza.
A diferencia de los tratamientos convencionales para el párkinson, que se dirigen a las regiones del cerebro directamente afectadas por la pérdida de neuronas productoras de dopamina, esta neuroprótesis se dirige al área espinal responsable de activar los músculos de las piernas mientras se camina, que aparentemente no se ve directamente afectada por la enfermedad de Parkinson.
ESTIMULAR ELÉCTRICAMENTE LA MÉDULA ESPINAL
“Es impresionante ver cómo al estimular eléctricamente la médula espinal de una manera tensa, de la misma manera que lo hemos hecho con los pacientes parapléjicos, podemos corregir los trastornos de la marcha causados por la enfermedad de Parkinson”, dice Jocelyne Bloch, neurocirujana y codirectora del estudio.
La implantación de esta neuroprótesis en un paciente no habría sido posible sin la colaboración del Dr. Erwan Bezard, neurocientífico de Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica, en Francia, que ha dedicado su carrera a la comprensión de las enfermedades neurodegenerativas. Su experiencia en modelos preclínicos de párkinson fue esencial para producir correctamente los desarrollos tecnológicos y conceptuales necesarios para su aplicación clínica en seres humanos.
PACIENTE CON PÁRKINSON CAMINA CON NORMALIDAD GRACIAS A LA NEUROPRÓTESIS
Hace dos años, el equipo de científicos y médicos estaba listo, y se operó a un primer paciente en el Hospital Universitario de Lausana. Después de un procedimiento neuroquirúrgico de precisión, Marc fue equipado con la nueva neuroprótesis que se componía de un campo de electrodos colocado contra la médula espinal, que controla la marcha, y un generador de impulsos eléctricos implantado debajo de la piel de su abdomen.
Para ello se usó una programación específica de estimulación de la médula espinal que se adapta en tiempo real a sus movimientos. “Marc ha visto rápidamente disminuir su trastorno de la marcha”, indica el estudio. Después de varias semanas de rehabilitación con la neuroprótesis, ahora puede caminar casi con normalidad. Actualmente usa su neuroprótesis durante unas 8 horas al día, solo la apaga cuando está sentado durante un largo período de tiempo o cuando está durmiendo. “Enciendo la estimulación por la mañana y la apago por la noche. Esto me permite caminar mejor y estabilizarme. Ahora mismo, ya ni siquiera le tengo miedo a las escaleras. Todos los domingos voy al lago y camino unos 6 kilómetros. Es increíble”, dijo el paciente. N