La noticia es que la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) está desarrollando un avión supersónico. Pero la gran interrogante es: ¿estará a la altura del emblemático Concorde, el primer jet comercial que rompió la barrera del sonido?
Denominado X-59, el avión experimental de la agencia espacial estadounidense forma parte de la misión Questst (Quiet Supersonic Technology o Tecnología Supersónica Silenciosa).
La NASA tiene previsto que su nueva aeronave realice la primera prueba de vuelo a fines del presente año, con la esperanza de que dicho ensayo proporcione la información necesaria para cambiar los reglamentos aeronáuticos internacionales que prohíben los vuelos supersónicos sobre territorios continentales.
La dependencia gubernamental estadounidense anticipa que el “boom sónico” (o explosión sónica; es decir, el sonido que produce un objeto al romper la barrera del sonido) del X-59 no será más que un “golpe sónico” apenas audible en tierra, posiblemente en la escala de los 75 decibelios.
Propulsada por un motor único, el nuevo avión supersónico tiene una longitud de 30.33 metros, una envergadura de casi 10 metros y alcanza una velocidad de Mac 1.4, equivalente a unos 1,489 kilómetros por hora. Esto significa que el X-59 podría cubrir el recorrido de Londres a Nueva York en menos de cuatro horas, volando a una altitud de 16,764 metros.
DIFERENCIAS ENTRE EL AVIÓN SUPERSÓNICO Y EL CONCORDE
Las diferencias más importantes entre la aeronave experimental y el Concorde son la propulsión y el diseño, y es que el jet retirado usaba cuatro motores, además de que fue diseñado como avión de pasajeros para volar por rutas comerciales.
Producto de una colaboración británico-francesa, el Concord comenzó a dar servicio en 1970 y fue retirado en 2003. Asimismo, tenía capacidad para transportar entre 92 y 128 pasajeros, mientras que el X-50 remontará las alturas llevando a bordo a una sola persona: el piloto.
Un gran inconveniente del Concorde es que el “boom sónico” que producía era mucho mayor que el generado por el avión experimental: según la NASA, el ruido percibido en tierra rondaba los 105 decibelios.
Ahora bien, en cuanto al tamaño, el Concorde era mucho más grande que el X-59, ya que medía 61 metros de largo y tenía una envergadura de más de 24 metros.
Por último, el avión supersónico de pasajeros volaba a mayor altitud que el X-59 —unos 60,000 pies o 18,288 metros— y era mucho más veloz que el avión experimental, con una velocidad de crucero máxima de Mach 2.04, equivalente a 2,179 kilómetros por hora.
El vuelo más rápido del Concorde, entre Londres y Nueva York, quedó registrado el 8 de febrero de 1996, cuando realizó el recorrido en apenas 2 horas y 52 minutos. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)