El brusco cambio que trastornó la vida en la Tierra y dio paso a la “época de los humanos” fueron los huesos de pollo. A esa conclusión llegó un grupo de científicos, que buscó evidencias de que la expansión de los apetitos y de la actividad humana alteraron tan radicalmente los sistemas naturales como para dar inicio a una nueva época geológica denominada Antropoceno.
OTROS ELEMENTOS QUE CAMBIARON AL PLANETA
Además de estos huesos, habrá otros elementos reveladores de la ruptura operada a mediados del siglo XX en el planeta: el aumento repentino de CO2, metano y otros gases de efecto invernadero. Así como restos radioactivos de pruebas nucleares, la omnipresencia de plásticos y la propagación de especies invasoras.
Pero los huesos de pollo podrían ser una de las pruebas más fehacientes, que permiten además contar la historia desde distintos ángulos. Para empezar, son resultado de la acción humana. “El pollo que comemos es irreconocible comparado con sus antepasados”, explica Carys Bennett, autora del estudio publicado en la revista Royal Society Open Science.
LOS HUESOS DE POLLO Y LOS PROCESOS NATURALES
“Su tamaño, la forma del esqueleto, la química ósea y la genética son distintos”, aclara. Su mera existencia es una prueba de la capacidad de la humanidad para manipular los procesos naturales. La investigación confirió por eso a esa ave de corral el rango de “especie marcadora” del Antropoceno.
Sobre los orígenes del pollo de engorda moderno el estudio indica que se remontan a las selvas del sudeste asiático. En aquella región, su antepasado, el ave de la selva roja (Gallus gallus), fue domesticado por primera vez hace unos 8,000 años. Durante mucho tiempo, esa especie fue apreciada por su carne y sus huevos, pero sólo después de la Segunda Guerra Mundial empezó su cría para convertirla en la criatura corpulenta y de corta vida comercializada en los supermercados de todo el mundo, añade el documento.
33,000 MILLONES DE POLLOS EN EL MUNDO
“Por lo general, la evolución tarda millones de años en producirse, pero en este caso sólo se necesitaron décadas para obtener una nueva forma de animal”, declaró a la AFP Jan Zalasiewicz, profesor emérito de paleobiología de la Universidad inglesa de Leicester.
El Grupo de Trabajo sobre el Antropoceno que presidió durante más de una década determinó el año pasado que la época del Holoceno –que comenzó hace 11,700 años con el fin de la última glaciación– dio paso al Antropoceno a mediados del siglo XX.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura(FAO) evalúa que hay actualmente unos 33,000 millones de pollos en todo el mundo. La biomasa de los pollos domésticos es más de tres veces superior a la de todas las especies de aves silvestres juntas. Al menos 25 millones son sacrificados a diario, sea para el pollo tikka del Punjab indio, el yakitori en Japón, el poulet yassa en Senegal o los nuggets de McDonald’s. N