Una combinación de entrenamiento a intervalos y comer solo en horas fijas del día podría ser la clave para deshacerse de la “peligrosa” grasa abdominal, señala un estudio de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU).
Un enfoque popular reciente sobre la pérdida de peso es la alimentación con restricciones de tiempo, lo que significa que limita su ventana de ingesta diaria de calorías. Por ejemplo, comer diez de las 24 horas del día, y no comer entre las 18:00 horas y las 08:00 del día siguiente.
ESTILO DE VIDA MÁS EFECTIVO
Este método funciona, de acuerdo con Trine Moholdt, que dirige el Ejercicio, Grupo de Investigación de Salud y Reproducción Cardiometabólica (EXCAR) en la NTNU.
El grupo de Moholdt publicó esta semana un gran estudio en el que el equipo de investigación examinó los efectos de la alimentación restringida en el tiempo y el entrenamiento de intervalos de alta intensidad (HIIT) en mujeres con sobrepeso y obesas.
A los participantes se les permitió comer lo que quisieran y todo lo que quisieran, pero toda su ingesta de calorías tenía que tener lugar dentro de un plazo máximo de diez horas.
“Numerosos estudios han demostrado efectos positivos en la salud de la alimentación por tiempo limitado y el HIIT individualmente. Queríamos ver si combinar estos dos cambios en el estilo de vida es más efectivo que solo uno de ellos. Pocos estudios anteriores lo han hecho”, dice Moholdt.
GRUPOS DE EJERCICIO Y ALIMENTACIÓN
El estudio incluyó a 131 mujeres y duró siete semanas. Las mujeres se dividieron en tres grupos: Entrenamiento de intervalos de alta intensidad: los participantes se entrenaron durante 35 minutos tres veces por semana.
Completaron dos sesiones de entrenamiento de intervalos de 4 x 4 minutos y una sesión de segmentos de 10 x 1 minuto. Los participantes se entrenaron en más del 90 por ciento de su frecuencia cardíaca máxima durante los segmentos de carrera de intervalos de alta intensidad.
Grupo combinado: Los participantes combinaron entrenamiento a intervalos de alta intensidad y alimentación con restricciones de tiempo.
Grupo de control: Este grupo comió y ejerció como lo hacían normalmente. El grupo combinado terminó con los mejores resultados.
“Encontramos una reducción significativa del azúcar en la sangre a largo plazo en los participantes del grupo combinado. Su disminución en el peso, la masa grasa y la grasa visceral también fue casi el doble de grande que en los otros dos grupos de intervención. También mejoraron su absorción de oxígeno”, dijo Moholdt.
LA GRASA ABDOMINAL Y EL EJERCICIO
La grasa visceral es el tejido graso que rodea los órganos internos de la cavidad abdominal. Esta grasa se considera la más peligrosa porque las células grasas alrededor del estómago pueden crear proteínas que desencadenan la inflamación en el cuerpo. Esto, a su vez, puede aumentar el riesgo de obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares, cáncer, depresión y demencia.
Incluso si no puede usar ejercicios como abdominales para dirigirse a las partes específicas en las que se desea perder peso, los estudios han demostrado que la grasa abdominal en particular se puede reducir más por ejercicio que la grasa en otras partes del cuerpo. El estudio de la NTNU confirma este hallazgo. N