DE TIEMPO Y CIRCUNSTANCIAS
El escenario mediático está lleno de distractores. Desde los goles mundialistas hasta las marchas políticas, todo aparta nuestra atención de los problemas medulares. Hoy nuestro país enfrenta, como nunca, eventos que pueden generar serios problemas. Quiero revisar con ustedes tres de los dilemas nacionales que merecen nuestra atención y que marcarán pauta en 2023.
Comencemos por la situación económica. Hasta hoy la economía no ha alcanzado el nivel que tenía en 2018, y para el año siguiente esperamos una contracción importante. Moody’s Analytics advirtió de un probable incremento en el ritmo de devaluación del peso. Me parece adecuado que analicemos la tendencia de nuestra moneda para evaluar la predicción de esta calificadora de riesgos.
De 2017 a la fecha la paridad peso-dólar se ha desplazado desde los 17 pesos promedio, en 2017, hasta los 20 pesos en 2022 —este año llegó hasta los 22 pesos por dólar para después retroceder a 19—, una devaluación de la moneda de un 12 por ciento en cinco años, un 2.4 por ciento anual. El anuncio de la calificadora de riesgos vaticina que puede devaluarse hasta 20 por ciento más de aquí al final del sexenio. ¿Qué es lo que justifica este pronóstico?
El fenómeno no es el resultado de la política financiera nacional solamente, pues esta ha sido cuidadosa en cuanto a las variables cambiarias, sino el resultado de los ajustes del incremento en las tasas de interés en Estados Unidos por el proceso inflacionario que sufre el país vecino.
DEUDA EXTERNA POR DEUDA INTERNA
Al respecto, el gobierno mexicano ya está tomando medidas, pues está cambiando deuda externa por deuda interna y reduciendo su exposición a los incrementos del costo del servicio de la deuda externa, que pueden aumentar seriamente si se da un incremento en la devaluación. Esto confirma que la posibilidad anunciada por Moody’s no carece de fundamentos.
El escenario económico nacional contempla un incremento en la inflación subyacente que está en 8.44 por ciento. Comparada con la estadounidense, de 6.3 por ciento, nos marca un desfasamiento entre las economías que hasta 2021 tenían comportamientos similares, pues ambas rondaban el 7 por ciento.
Por otro lado, se anuncia que nuestra economía habrá de contraer su crecimiento del 2.5 por ciento en 2022 a 1.6 por ciento en 2023. La diferencial en las tasas de inflación —6.3 por ciento la estadounidense vs. 8.44 por ciento la mexicana– es de 2.14 puntos porcentuales, un tercio de la inflación vecina. Esta diferencia marca el preámbulo de un ajuste cambiario.
Asimismo, el vecino del norte da signos de entrar en recesión. La venta de casas se ha contraído y las propiedades bajan de precio. Esta es una de las características que marcan el inicio de una recesión; sin embargo, las señales que da su economía son confusas, pues al mismo tiempo el mercado de trabajo florece y el del consumo no presenta una tendencia similar.
¿Y LA RECESIÓN DE ESTADOS UNIDOS?
Pero un mercado de trabajo a pleno empleo, para contratar está obligado a ofrecer sueldos altos. Esto ya está sucediendo desde hace tiempo en la Unión Americana, presionando con ello a la inflación al alza. Para corregirlo, la Fed seguirá elevando las tasas de interés y, tarde que temprano, esto habrá de contraer la economía. De modo que la recesión en Estados Unidos es inminente. La pregunta es: ¿qué tan severa será?
La predicción de Moody’s Analytics se basa en un modelo que replica las condiciones de las últimas dos crisis globales, 2009 y 2020, y supone que la economía mexicana tendrá un comportamiento similar al que tuvo en estas. La conseja dice que cuando veas las barbas de tu vecino cortar, echa las tuyas a remojar, así que cuide sus ahorros y póngalos a buen recaudo.
El segundo punto es la situación comercial: en cuanto a esta hay dos problemas serios generados por la administración actual. El primero, la situación energética. La controversia ya se inició y la parte de las consultas ha terminado, aunque la oficina del representante del comercio estadounidense (USTR, por sus siglas en inglés) aún no ha decidido someter el asunto a un panel de resolución.
No hay ya mucho margen de maniobra, el tiempo para que los estadounidenses soliciten la intervención del panel ha vencido y, por acuerdo entre las partes, se prolongaron las pláticas. La embajadora de la USTR, Katherine Tai, urgió a la secretaria Raquel Buenrostro a atender los reclamos de Estados Unidos. La secretaria Buenrostro contestó que se harían comisiones tripartitas para atender estas inquietudes, buscando conciliar las diferencias en la fase de consultas, sin necesidad de llegar a un panel arbitral.
SE VISLUMBRA FALLO ADVERSO CONTRA MÉXICO
Es una clásica jugada a la mexicana: nombrar comisiones para ganar tiempo y no resolver nada. Sin embargo, la presión en Estados Unidos por esta cuestión es muy importante. En su comunicado, las representantes de la Unión Americana y Canadá fueron tajantes al decir que las inversiones en materia de energía de sus respectivos países están “bajo amenaza”. El Periódico The Washington Post menciona en un artículo que es hora de que Estados Unidos pase al panel arbitral para que solucione el conflicto.
En este caso, el costo de un fallo adverso para México puede superar los 20,000 millones de dólares, y lo más probable es que se obtenga ese fallo adverso. El posponer la decisión como lo está haciendo la secretaria Buenrostro es una pésima idea, pues el tiempo está corriendo, y las elecciones presidenciales en Estados Unidos están a la vuelta de la esquina. Conforme se acerque el 2024, la posición norteamericana tenderá a endurecerse y estas son malas noticias para nosotros.
Además de esta controversia están la del maíz transgénico y el glifosfato, en donde el Senado de Estados Unidos ha exigido iniciar el procedimiento de controversia, y donde, al igual que con la situación energética, México tiene una posición débil. Esto pone en riesgo la situación comercial del país para 2023, pues por la cerrazón administrativa se están corriendo graves riesgos que, de concretarse, nos pondrían en una situación de crisis inmanejable.
POLÍTICA 2023, MUY PELIGROSA
El tercer punto es la situación política, que se torna interesante y peligrosa. Interesante porque, por un lado, el sistema hasta ahora no le permitió ni a Salinas, ni a Zedillo, ni a Fox, ni a Calderón, ni a Peña Nieto elegir a su sucesor. De modo que, si el sistema persiste, Andrés Manuel López Obrador no podrá imponer a su candidato por las acciones de los diferentes proyectos políticos que desde ahora están ejerciendo presión. Y por otro lado, el presidente, además del control cambiario, no tiene logros que presumir. Ni su aeropuerto solucionó el problema del AICM, ni su refinería ni su tren se han terminado, y puede que no se terminen.
Esto no le augura una votación masiva a su candidato, y López Obrador, consciente de que una de las piedras angulares del sistema electoral es el INE, está tratando por todos los medios a su alcance de desarticularlo. Pero la clase media, ese electorado que le dio el triunfo, se manifestó el 13 de noviembre y dejó bien clara su posición. Esto dio la pauta a la oposición de que la posibilidad de vencer a Morena en 2024 es real.
BANDOS Y RESENTIMIENTOS
Por otro lado, el adelantar la contienda por la presidencia y tener una favorita tan clara ha creado una serie de bandos y resentimientos que pueden fracturar a un partido con exceso de intereses y escasez de disciplina. Las fracturas, si suceden, se van a reflejar en las votaciones.
Ricardo Monreal está coqueteando con la idea de salir de Morena, y si lo hace se presume que habrá de llevarse a un grupo de senadores que le quitarían a ese partido la ventaja de que goza en la Cámara de Senadores. Y con ello crecería la dificultad para aprobar las iniciativas del presidente. Las reformas a las leyes secundarias de INE estarán entre las iniciativas que tendrán que pasar por el Senado.
Los aspirantes fuertes a la candidatura presidencial son, por Morena, Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard —que ya arrancó su campaña—, Ricardo Monreal —que anda buscando partido— y Adán Augusto López. Por la oposición, Enrique de la Madrid y Lilly Téllez suenan fuerte, y por Movimiento Ciudadano, Luis Donaldo Colosio.
La batalla es por frenar las modificaciones a leyes secundarias que pondrían al INE al servicio del gobierno. La primera escaramuza ya comenzó, pues Ricardo Monreal denunció que se pretendía poner al padrón electoral bajo el control de la Secretaría de Gobernación. Los legisladores de oposición protestaron de inmediato y comenzaron a actuar para neutralizar la amenaza.
PROYECTO EN RIESGO
Así la cosas, si el proyecto de AMLO se ve en riesgo, las medidas que este puede tomar pueden ser devastadoras, pues ha demostrado ser un individuo destructivo e incapacitado para admitir una derrota. Y conforme pierda poder, el sistema puede obligarlo a admitirlas. Uno de los grandes peligros es que, ante una inminente derrota, AMLO decida sabotear la elección.
De manera que en 2023 usted y yo estaremos viendo una contracción económica, un aumento en la velocidad de depreciación de nuestra moneda y, consecuentemente, un proceso inflacionario. La severidad de estas depende, en parte, del manejo de las autoridades en materia de economía. Pero no solo eso, también estaremos viendo la solución de conflictos comerciales que, si se manejan torpemente, como lo están haciendo hasta ahora, nos pueden llevar a una crisis de fin de sexenio que se instalará en medio de una batalla por el poder, donde una de las reglas es que el presidente no respeta las reglas. Y de la seguridad… de la seguridad mejor hablamos otro día.
La moneda está en el aire, y en 2023 habrán de definirse estas cuestiones. Que Dios nos depare suerte, pues habremos de necesitarla.
VAGÓN DE CABÚS
El baño de sangre que sufre Zacatecas, entidad gobernada por David Monreal, el hermano de Ricardo, no tiene el apoyo de la Federación. El Ejército, a pesar de que uno de sus generales fue víctima de los enfrentamientos, no ha dicho esta boca es mía. A las claras se adivina que es una forma de arrimarle la lumbre a Ricardo Monreal para presionarlo. La batalla que habrá de presentar AMLO será descarnada y carente de principios. N
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Salvador Casanova es historiador y físico. Su vida profesional abarca la docencia, los medios de comunicación y la televisión cultural. Es autor del libro La maravillosa historia del tiempo y sus circunstancias. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.