Veinte títulos de Grand Slam y una huella indeleble en la historia del tenis: a sus 41 años, la leyenda suiza Roger Federer anunció este jueves su retirada al término de la Laver Cup, una competición que se disputará en Londres del 23 al 25 de septiembre.
Menos de un mes después de Serena Williams, otro monumento del juego anuncia que deja el tenis, en el mismo momento en que avanza una nueva generación encarnada por el español Carlos Alcaraz, reciente ganador del US Open y número uno mundial con solo 19 años.
“La Laver Cup, la semana próxima en Londres, será mi último evento ATP”, publicó en las redes sociales el suizo de 41 años, que ganó 20 títulos de Grand Slam durante su larga carrera.
“Seguiré jugando al tenis en el futuro, seguro, pero no será más en torneos del Grand Slam o en el circuito”, completó Federer, vencedor de 103 trofeos en su carrera, pero que solo disputó seis partidos en 2020 y trece en 2021.
El suizo no ha jugado al tenis desde su eliminación en cuartos de final de Wimbledon, en 2021, debido a sus problemas en una rodilla, y dejaba filtrar desde hace varios meses sus dudas sobre sus posibilidades de volver a las pistas.
— Roger Federer (@rogerfederer) September 15, 2022
UNA DECISIÓN AGRIDULCE
Además de la Laver Cup, que será por tanto su última aparición en el circuito, el exnúmero uno mundial estaba anunciado en su ciudad natal, Basilea, del 24 al 20 de octubre próximo, y esperaba a mediados de junio seguir hasta 2023, según el diario suizo Tagesanzeiger.
Aunque ha “trabajado duro” para reconstruirse físicamente, su cuerpo le envió “un mensaje claro”, explica. “Tengo 41 años. He jugado más de 1,500 partidos en 24 años. El tenis me ha tratado con más generosidad de la que habría soñado nunca, y debo saber cuándo es hora de parar”, añade.
“Es una decisión agridulce, ya que voy a extrañar todo lo que el circuito me ha aportado. Pero al mismo tiempo, hay muchas cosas para celebrar”, señaló el exnúmero uno mundial, que tenía el récord de títulos de Grand Slam, antes de ser superado por Rafael Nadal (22) y después por Novak Djokovic (21).
Roger Federer, que cuenta en su palmarés con ocho títulos en Wimbledon, se considera como “una de las personas más afortunadas del mundo” en su mensaje en las redes sociales.
“Se me concedió un don para jugar al tenis y lo he elevado a un nivel que no habría podido nunca imaginar y durante mucho más tiempo de lo que yo pensaba que era posible”, explicó.
Y Wimbledon, agradecido, le rindió homenaje este jueves, al conocer su anuncio de retirarse.
“Gracias por los recuerdos y la alegría”, escribió el torneo londinense en Twitter.
WIMBLEDON, EL TEATRO EN EL QUE BRILLÓ ROGER FEDERER
Roger Federer encantó las pistas del mundo entero durante dos décadas, pero sus aventuras en Wimbledon, el templo del tenis en el que se impuso hasta en 8 ocasiones, habrían sido suficientes por sí mismas para hacer del suizo una leyenda de su deporte.
El suizo ha vivido de todo sobre la hierba inglesa: su primer título de Grand Slam (2003), sus victorias más bonitas (cinco consecutivas entre 2003 y 2007), su más cruel derrota (contra Rafael Nadal en 2008) y sus finales más peleadas, la ganada en 2009 contra Andy Roddick y la perdida en 2019 contra Novak Djokovic, después de desperdiciar dos bolas de partido.
Formado sobre pistas de tierra batida en su país, Federer descubrió el All England Club en 1998 en categoría júnior. El éxito fue inmediato: victoria en individual y dobles. “Desde el inicio supe que iba a jugar bien aquí. Es aquí donde soy el mejor. No sé por qué”, diría más adelante.
En realidad, la superficie convenía a la perfección a su juego, especialmente a sus servicios extraordinariamente precisos, trabajados y variados que resbalaban sobre la hierba mejor que sobre las otras superficies. En la final contra Roddick en 2009 (16-14 en el quinto set), logró la cifra de 50 aces. La hierba elevaba también su revés cortado y sus destellos con la derecha.
ENSAYO Y ERROR
Federer tuvo que pasar por el ensayo y error para encontrar la táctica correcta. Después de su “chip and charge” (devolver el servicio y atacar en la red) que le permitió su primer gran éxito en su carrera, la victoria en octavos de final en 2001 sobre Pete Sampras que en aquel momento era cuatro veces y vigente campeón, el suizo optó por una mezcla más compensada de juego de fondo de pista y subidas a la red.
Así fue como ganaría su primer título mayor en 2003, derrotando en la final al australiano Mark Philippoussis. Su mayor obstáculo llegó en la semifinal: el estadounidense Andy Roddick, que era cabeza de serie N.1, se convertiría en una de sus víctimas preferidas, a quien derrotó tres veces en final durante su carrera. N
(Con información de AFP)