¿En México estamos dialogando solo en una política del poder? Las inversiones directas extranjeras realizadas en 2021 en el mundo, comparadas con 2020, se incrementaron en un 64 por ciento (de 963 miles de millones de dólares a 1,582 miles de millones de dólares). En nuestra actual realidad ha surgido en 2022 una trinidad mundial, la cual países como México no deberían de descuidar. La trinidad está conformada por la crisis alimentaria, de combustibles y financiera.
La primera, provocada por el incremento en los precios de la canasta básica en todos los países. Luego, una crisis de combustibles derivada del alto valor de los precios de barril, los cuales se mantendrán a niveles por arriba de los 80 dólares probablemente hasta el 2024. Y un sector financiero donde el peculio está teniendo un mayor costo para ser utilizado en proyectos dentro o fuera de países, regiones o continentes al incrementar las tasas de interés en los bancos centrales y controlar la inflación, cuyos valores actuales provienen de esta trinidad.
El reporte de la ONU indica que datos preliminares para el primer trimestre de 2022 muestran que los números de proyectos nuevos bajaron un 21 por ciento, y los acuerdos de financiación de proyectos internacionales cayeron un 4 por ciento.
Es aquí, en este punto de inflexión, donde los países empezarán a tener una mejor mercadotecnia basada en una mejor percepción de una trinidad controlada, centrada en mantener una inflación, y que empiece a descender en 2023.
SE REQUIEREN FLUJOS DE DINERO
Para eso, las políticas públicas ejercidas por cada administración en turno requerirán de flujos de dinero de fuera de su mercado, ante la reducción de la recaudación de impuestos, por la reducción del poder adquisitivo de la gente derivado de la tripartida vigente en las economías.
México en 2021 ocupó el décimo lugar a nivel mundial de IED con un 13 por ciento respecto al año anterior (28,000 a 32,000 millones de dólares), los cuales provinieron de nuevas inversiones de capital en las industrias minera y extractiva, así como en la automotriz.
Nuestro país está en un tratado comercial con Estados Unidos y Canadá, esto nos pone en una posición ventajosa comparada con otros países en el mundo al tener acceso a estos mercados en forma directa. Además, podemos relacionarnos con los inversionistas que llegan al país y crear una mercadotécnica de atracción, la cual dependerá de qué tanta certidumbre podamos dar a cada uno de los que puedan participar en nuestro mercado en el corto a largo plazo.
Recordemos que la inversión directa está conformada por las reinversiones que realicen las empresas de sus utilidades, y esta última dependerá de qué tan rentable es el negocio, su continuidad en el tiempo.
LOS VECINOS SÍ CRECEN
Nuestro socio comercial principal, el país de las barras y las estrellas, creció un 143 por ciento (151,000 a 368,000 millones de dólares), y Canadá, un 161 por ciento (23,000 a 60,000 millones).
Esto nos deja en una posición única al pertenecer al grupo y, a su vez, de una gran responsabilidad económica al ser parte de la región. Si México no da una imagen de estabilidad política, económica, energética, financiera, social y de salud podría estar destinado a que el T-MEC no sea firmado en 2026.
También está la incertidumbre por las elecciones intermedias de nuestro vecino país. Y recordemos que la aprobación del tratado no depende del administrador en turno o secretarías, sino de la votación de las cámaras de representantes de los países que tienen suscrito dicho tratado.
Ante la volatilidad económica actual y por incertidumbres generadas en México, la trinidad de la crisis alimentaria está siendo reflejada en el aumento de la canasta básica en forma rápida, ligada a la pérdida de poder adquisitivo de la gente y el tener alrededor del 60 por ciento de la población inscrita en el Seguro Social con no más de dos salarios mínimos por día.
Adicionemos el incremento del precio de los combustibles, el cual depende del cálculo que cada semana realiza la SHCP para otorgar el beneficio de un estímulo adicional al consumidor y no pagar precios altos, porque el no hacerlo llevaría a tener una inflación mayor de la actual.
¿SE PUEDE MANTENER EL SUBSIDIO?
Pero aquí surge la pregunta: ¿cuánto tiempo podemos mantener este subsidio indirecto? Las últimas dos semanas el promedio ha estado en 5 pesos para gasolina y 6 para el diésel. Este dinero mitiga el precio real que deberíamos pagar. Es decir, si vas a la estación de servicio, observa el precio que estás pagando, súmale los pesos anteriores dependiendo qué tipo de combustibles compras. El resultado es el costo real que pagar.
No te olvides de que el gas natural ha subido de precio en un 146 por ciento respecto a los valores del 2021, incrementando el costo de generar la electricidad. Esto tendrá que dar a CFE un mayor subsidio para mantener los precios por debajo de la inflación en el sector doméstico.
La última de la trinidad es el sector financiero. Las tasas de interés aumentarán por parte de Banxico, el crecimiento ha sido contraído por valores de alrededor de 2 a 2.2 por ciento, lo que proyecta un descenso en el caso de que la inversión extranjera nueva no penetre en nuestro país. N
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Ramsés Pech es analista y asesor de la industria energética y en economía. Es autor del canal Energía sin política. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.