Un estudio en muy pequeña escala demostró que un nuevo fármaco es capaz de producir resultados sorprendentes en individuos con cáncer rectal. Publicado el 5 de junio en la revista The New England Journal of Medicine, el artículo detalla que una población de 12 voluntarios se sometió a tratamiento con un fármaco llamado dostarlimab. El medicamento eliminó todos los tumores de todos los participantes y sin provocar efectos secundarios.
Los investigadores del Centro Oncológico Sloan Kettering Memorial escriben que, a seis meses de concluido el estudio, ninguno de los 12 pacientes volvió a mostrar indicios de tumores rectales.
El hecho fue confirmado mediante imágenes por resonancia magnética nuclear, evaluación endoscópica, exploración digital del recto o biopsia. Asimismo, durante dicho periodo, ninguno de los voluntarios recibió quimio/radioterapia ni tuvo que someterse a una cirugía para tratar las recurrencias.
Por supuesto, un ensayo con apenas 12 pacientes es, obviamente, muy limitado. Por ello hacen falta estudios con poblaciones más numerosas para verificar tanto la eficacia como la seguridad de dostarlimab en pacientes con cáncer.
La Dra. Hanna Sanoff, oncóloga e investigadora clínica en el Centro Oncológico Integral Lineberger, en la Universidad de Carolina del Norte, declaró que los resultados son “motivo de gran optimismo”.
“Si la inmunoterapia termina por convertirse en un tratamiento curativo para el cáncer de recto, cabe la posibilidad de que los pacientes ya no tengan que sacrificar la funcionalidad para superar el padecimiento”, escribió Sanoff en un editorial acompañante, también publicado en The New England Journal of Medicine.
FALTA PRECISIÓN EN EL TIEMPO
No obstante, la oncóloga aclaró que “no se ha precisado el tiempo requerido para determinar que la respuesta clínica a dostarlimab equivale a una curación definitiva”.
El grupo de tumoraciones rectales tratadas en el ensayo se debe, específicamente, a un trastorno hereditario conocido como “deficiencia en la reparación de errores de emparejamiento”.
Este término designa ciertas mutaciones presentes en los genes que intervienen en la corrección de errores ocurridos durante la copia del ADN celular, los cuales conducen al desarrollo de tumores de cáncer.
El artículo científico explica que el tratamiento convencional para el cáncer de recto avanzado y localizado consiste en la resección quirúrgica del recto, seguida de quimio y radioterapia.
La frecuencia de este tipo de intervención ha aumentado últimamente, pues prolonga el tiempo de supervivencia hasta en tres años y logra la remisión en 77 por ciento de los casos.
Sin embargo, el procedimiento en sí es muy agresivo y puede dejar secuelas como neuropatía, infertilidad y disfunción intestinal y sexual. En contraste, la terapia utilizada en el ensayo evita todos estos problemas de salud.
La población de estudio presentaba un tipo específico de cáncer colorrectal que responde a una intervención conocida como “muerte programada 1” (PD-1). Se trata de un tipo de inmunoterapia anticancerosa que deja expuestas las células cancerosas para que el sistema inmunológico pueda detectarlas.
“INTERRUPTORES” DE PROTEÍNAS MALIGNAS
La PD-1 es una proteína que se encuentra en las células T —glóbulos blancos mejor conocidos como linfocitos T—, las cuales actúan como “interruptores” de otra proteína denominada PD-L1 (siglas en inglés de ligando 1 de muerte programada).
Esta a su vez forma parte de las células que el sistema inmunológico no debe destruir, y cuya acción es impedir que los linfocitos T ataquen las células sanas del cuerpo.
Por desgracia, algunas células cancerosas también contienen grandes cantidades de PD-L1, situación que impide que el cuerpo se defienda.
El dostarlimab es un medicamento de inmunoterapia conocido como inhibidor de puntos de control inmunitario. Lo que hace es evitar la unión de PD-1 con PD-L1.
Esto permite que el sistema inmunológico detecte las células cancerosas y elimine las tumoraciones. El artículo de investigación precisó que los pacientes fueron tratados con una dosis de dostarlimab cada tres semanas, a lo largo de seis meses.
“El cáncer de recto localmente avanzado, y por deficiencia en la reparación de errores de emparejamiento, fue muy sensible a la terapia con un único agente para bloqueo PD-1. Es necesario hacer un seguimiento más prolongado para valorar la duración de la respuesta”, escribieron los autores en las conclusiones de su artículo.
Dostarlimab es un producto de Tesaro, compañía biotecnológica de Massachusetts que GlaxoSmithKline adquirió en 2019 por un total de 5,100 millones de dólares. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek).