La industria mexicana del aguacate podría perder 8.5 millones de dólares al día mientras Estados Unidos mantenga la suspensión que impuso la noche del sábado pasado después de que un inspector estadounidense de sanidad “recibió una llamada de amenaza”.
La Secretaría de Agricultura de México no reveló la afiliación de la persona que hizo la llamada. Empero, este mensaje se produce cuando la región de Michoacán, de donde proviene el aguacate, enfrenta una guerra territorial entre los cárteles de la droga.
En años anteriores, otros empleados de agricultura de Estados Unidos también habían sido amenazados mientras trabajaban en la región.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, no tomó muy bien la noticia. En una conferencia de prensa dijo que la decisión de suspender el comercio de aguacate podría deberse a otros intereses externos.
“En todo esto hay muchos intereses, económicos, políticos, hay competencia. No quisieran que el aguacate mexicano entrara a Estados Unidos o predominara por su calidad”, dijo López Obrador.
Aunque no explicó cuáles son esos intereses, al parecer el restablecimiento de la relación en el comercio de aguacate es una prioridad de su gobierno.
La Secretaría de Agricultura de México informó que la industria exportó 135,000 toneladas de este fruto, proveniente de Michoacán, durante las últimas seis semanas.
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De acuerdo con Bloomberg, una caja de nueve kilos de aguacate Hass de Michoacán cuesta 26.23 dólares, lo que equivale a 2,639 dólares por tonelada. Así, una prohibición de seis semanas representaría más de 356 millones de dólares en pérdidas para esa industria. Esto equivale a unos 8 millones y medio de dólares diariamente.
A pesar de ser el epicentro del aguacate en México, Michoacán es uno de los estados más peligrosos del país. Aparece en la lista de “lugares para no viajar” del Departamento de Estado de Estados Unidos debido al riesgo de sufrir actos delictivos y secuestro.
La violencia tiene un gran impacto en la vida de los habitantes y ha hecho que alrededor de 35,000 personas abandonen la región, informa AP.
La estrategia de López Obrador de “abrazos, no balazos”, cuyo objetivo es afrontar el problema de los crímenes violentos mediante la financiación de programas sociales en lugar de intervenciones armadas, ha obtenido resultados mixtos.
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Aunque se produjo en el país una reducción de 3.6 por ciento en el número de asesinatos entre 2020 y 2021, la extorsión, las violaciones y algunos tipos de robos han aumentado, informa la agencia AFP.
Francisco Rivas, dirigente del Observatorio Nacional Ciudadano, un grupo de la sociedad civil, declaró a AFP que la reducción en el número de asesinatos podría deberse al covid-19 y a las medidas de sana distancia, y no a la estrategia de López Obrador. Y añadió: “La realidad es que México atraviesa una de sus peores épocas en términos de violencia”. N
(Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek)