La administración de Donald Trump ve alejarse la posibilidad de seguir empleando como moneda de cambio a la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, en inglés) en sus negociaciones con los demócratas en el Congreso para obtener los recursos necesarios para financiar su prometido muro fronterizo.
Un juez estadounidense bloqueó la noche del martes la derogación del programa DACA, que otorga estatuto legal temporal a unos 800,000 jóvenes indocumentados, la mayoría latinoamericanos, anunciada por el gobierno de Donald Trump el año pasado.
El magistrado William Alsup, de San Francisco, ordenó al ejecutivo “mantener el programa DACA a nivel nacional en los mismos términos y condiciones antes de ser suprimido el 5 de septiembre de 2017”. Alsup aseguró en su resolución de 49 páginas que el argumento del Departamento de Justicia para eliminar el programa, apuntando que es ilegal, es “una premisa legal con fallos”.
A menos de que una corte de mayor rango anule la decisión del juez, los beneficiarios de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, en inglés) podrán renovar sus permisos.
La administración podría apelar rápidamente la decisión del juez, con la esperanza de que un tribunal de apelaciones evite que la medida cautelar entre en vigencia y permita el cierre del programa DACA como anunció el presidente en septiembre. Pero tal decisión podría ser apelada hasta el Tribunal Supremo, lo que podría atar el destino del programa DACA en una acción judicial por días, semanas o más.
Este decreto, aprobado por el expresidente Barack Obama en 2012, protegía de ser deportados a miles de indocumentados que llegaron a Estados Unidos siendo niños, los conocidos como “dreamers”.
La portavoz de la presidencia de Estados Unidos, Sarah Sanders, calificó de “escandalosa” la decisióne indicó que el presidente Donald Trump “está comprometido con el imperio de la ley”.
Trump ha dicho que no renovará el programa y supeditó la definición de una solución para la situación de esos jóvenes a una negociación general sobre la inmigración ilegal en el país, incluyendo la construcción del controvertido muro en la frontera con México.
Previo al fallo judicial, Trump presidió una reunión en la Casa Blanca con legisladores de los dos partidos políticos para alcanzar un acuerdo general. Ahí, el presidente estadounidense incluso admitió la posibilidad de una solución en dos etapas: primero una ley que resuelva la situación de los jóvenes beneficiados por elDACA y posteriormente otra legislación general sobre migración.