A propósito de la alianza que han firmado hace unos días el PRI, el PAN y lo que queda del PRD para competir en 158 distritos electorales, me di la tarea de analizar lo que pasa en cada uno de los partidos y quiero compartir mis impresiones. Uno podría pensar en esta alianza nacional como algo nuevo, pero no lo es. Desde 1988 inició esta alianza, con la convalidación del fraude de Salinas contra el Ingeniero Cárdenas. Este fue un gran rompimiento, porque la alianza dejó del lado los intereses comunes y se pusieron por encima los intereses sólo de unos cuantos.
Eso ocurrió a nivel nacional y se replicó en el contexto local. En Aguascalientes, actualmente el Partido Acción Nacional (PAN) ya no representa el panismo de antaño que fundamentaba su origen en el humanismo y que tenía bases en las ideas de sus fundadores como Gómez Morín. Hoy lo que se ve la clase política de ese partido está más preocupada por saber cómo enriquecerse, por ganar dinero a costa del poder en vez de servir a la gente. Una desgracia porque ya no representan nada de lo que eran antes, de lo que alguna vez fueron.
Por otra parte, en el Revolucionario Institucional vemos que están desesperados por tener una alianza con el PAN que les permita sobrevivir. Algo que no deberían formalizar, ya que su alianza en la entidad lleva años funcionando. Ese PRI que recuerda a la primera escena de la película de Luis Estrada, de la Ley de Herodes, en el que la gente está harta de las corruptelas del político que le acaban cortando la cabeza. No debemos olvidar que es un gran semillero de políticos similares al de la cinta, baste recordar la icónica foto de Peña Nieto del 2012, en el que aparece al lado de los gobernadores, de los cuales 10 de ellos están en la cárcel o que tienen un proceso abierto.
En el caso de Movimiento Ciudadano (MC) ellos no se aliaron con ningún partido, decidieron ir solos, aunque con las mismas figuras recicladas del PRI. En el caso del PRD que están próximos a la extinción y cuya única cara visible que tienen se caracteriza por ser un personaje folklórico que dice ser de izquierda, pero baila con la derecha. Del resto de partidos, nada que decir. Y si creían que no iba a comentar algo de Morena, sólo por haber representado al partido en la elección anterior, se equivocan.
Muchos de los personajes del partido están peleados entre sí, y no representan el proyecto del Presidente de la República. En la elección del 2018 se votó por un cambio de régimen, mismo que parecen estar más empeñados en frenar más que hacerlo realidad. Hoy vemos a grupos al interior del partido muy cercanos al PAN. Hay diputados locales y regidores, que apoyan al partido de la acera del frente y no tienen ni siquiera el recato de tomarse fotos al lado de los personajes panistas más importantes.
Por todo lo anterior, o quiero invitar a la gente buena de Aguascalientes que volteemos a ver a las personas, más que a los partidos; conocer quiénes son, que es lo que representan, que han hecho, si son innovadores o si han vivido del presupuesto, si son gente que se preocupa de su comunidad o únicamente quieren continuar en el poder. Esta desgracia de los partidos políticos terminará cuando privilegiemos a las personas por encima de los partidos, por eso es el momento de que los ciudadanos tomemos el poder.
Arturo Ávila Anaya, presidente IBN/B Analitycs y experto en Seguridad Nacional por Harvard (NIS).
@ArturoAvila_mx