La ola de protestas desencadenada por la muerte de George Floyd ha motivado pintas y el derribo de estatuas de personajes controvertidos en distintas partes del mundo.
Las figuras de esclavistas, confederados y colonizadores presentes en la esfera pública de países como Inglaterra, Bélgica o Estados Unidos, ha reabierto el debate sobre su rol en la historia y las consecuencias de sus actos.
Desde Bristol hasta Bruselas pasando por Richmond, Virginia y Boston, Massachusetts, los manifestantes han logrado quitar los monumentos de ciertos personajes cuya vida y obra estuvieron relacionadas con la opresión y el racismo.
Pero, ¿quiénes son estos hombres y qué fue lo que hicieron para motivar esta reacción de las personas? Aquí te los presentamos.
Entérate: La ola antirracista impulsa el derribo de estatuas de esclavistas y confederados
El conquistador: Cristóbal Colón
La figura de Colón no ha estado exenta de críticas y controversia desde hace muchos años. Hay una parte de la sociedad que lo considera un genocida por las matanzas ocurridas a su llegada al continente americano.
En Estados Unidos, al menos cinco estatuas del explorador han sido destruidas en ciudades como Richmond, Houston, Boston, Miami y St. Paul. Además, desde hace un tiempo no solo en EE.UU. sino en otras partes del mundo se ha reemplazado la celebración del descubrimiento de América (o el Día de Colón) el 12 de octubre, por el Día de los pueblos indígenas o de la raza.
En la estatua localizada en Richmond, por ejemplo, los manifestantes pintaron la frase “Colón representa el genocidio”. Pintas similares han ocurrido en otras partes del mundo generando un intenso debate alrededor de la figura de este personaje.
El argumento de muchos de los activistas en contra de Colón, es que el navegante italiano no descubrió América ya que allí vivían poblaciones indígenas avanzadas desde siglos antes de su arribo. Incluso hoy en día existen pruebas que otros exploradores como los vikingos, llegaron antes al continente.
Lee: Londres autoriza derribar monumentos representativos del imperialismo
A raíz de su llegada se llevó a cabo un proceso de colonización que implicó la esclavitud y el gradual exterminio de los habitantes locales, principalmente debido a las enfermedades que los europeos trajeron consigo.
De acuerdo con varios investigadores, el exterminio de la población indígena en el continente americano se debió a virus traídos de Europa como la viruela, el sarampión, el tifus, la gripe y la difteria.
El debate sobre el legado de Colón y la llegada de los europeos a América continúa abierto y generando una conversación sobre el colonialismo y sus consecuencias.
Los Confederados: General Robert E. Lee y Williams Carter Wickham
Robert E. Lee fue un general de Virginia perteneciente al ejército de los Estados Confederados (que aglutinaba a los estados del sur), que durante la Guerra de Secesión de Estados Unidos, se oponían a la abolición de la esclavitud en el país.
Tras convertirse en general de las fuerzas Confederadas, tuvo algunas victorias contra la Unión, que era el bando opuesto conformado por los estados del norte. Sin embargo, tras su derrota en la batalla de Gettysburg, Lee se rindió el 29 de marzo de 1865 ante las fuerzas del general Ulysses S. Grant.
Una buena parte de la población de los Confederados se rehusaron a reconocer la derrota ante la Unión y surgió el culto alrededor de los personajes que participaron en la Guerra de Secesión. Por ello se han colocado estatuas y monumentos; así como escuelas y avenidas que homenajean a los llamados “héroes” confederados.
Aunque no tan conocido como su colega Robert E. Lee, Williams Carter Wickham, también originario de Virginia, fue un abogado, político y dueño de una plantación que participó como general de caballería durante la Guerra de Secesión.
Al final de la guerra, Wickham se integró al partido republicano y fue senador por el estado de Virginia, así como presidente de la empresa ferrocarrilera, Chesapeake and Ohio. Se dedicó a tratar de reconstruir la economía del sur tras los daños sufridos por la guerra.
El esclavista: Edward Colston
Desde hace varios años circulaba la petición para que se retirara la polémica estatua de Edward Colston de la ciudad de Bristol, en Inglaterra.
Este hombre fue un prominente empresario de los siglos XVII y XVIII, que consiguió su fortuna principalmente gracias al comercio de esclavos africanos.
De hecho Bristol, su ciudad natal y una de las más ricas del Reino Unido, acumuló fama y prosperidad debido a su puerto comercial donde, entre otras cosas, se comerciaba con esclavos que eran transportados desde África y llevados a la nuevas colonias en América.
Te puede interesar: La NASCAR prohíbe la bandera confederada en sus carreras y propiedades
Se cree que entre 1672 y 1689, los barcos propiedad de Edward Colston transportaron alrededor de 80,000 mujeres, hombres y niños. Estos, primero eran marcados con hierro las iniciales RAC (Real Compañía Africana, por sus siglas en inglés) y posteriormente viajaban en condiciones paupérrimas, encadenados y apilados unos con otros; con poco aire y escasa agua y comida.
Así viajaban entre seis y ocho semanas. Debido a las extremas condiciones, las enfermedades e incluso los asesinatos y el suicidio, alrededor del 10 y el 20 por ciento de los transportados fallecían antes de llegar al nuevo continente.
A pesar de esto, Bristol le ha rendido homenaje a este hombre porque al morir en 1721, dejó su fortuna a organizaciones benéficas de la ciudad. Por ello, calles, escuelas y edificios llevan su nombre, y en 1895 se erigió la estatua –ahora derribada–, para conmemorar su filantropía.
Sin embargo, desde un tiempo varios activistas han pedido y presionado a las autoridades para que se quite el nombre de Colston de la esfera pública de la ciudad. Fue hasta el 7 de junio que el derribo de su estatua logró volver a poner en la conversación el supuesto legado de este personaje y el homenaje que se le rinde en Bristol.
El colonizador: Rey Leopoldo II de Bélgica
Otro personaje bastante polémico es el rey Leopoldo II de Bélgica, cuyas estatuas varias ciudades de Bélgica fueron derribadas y retiradas por las protestas contra el racismo alrededor del mundo, tras la muerte de George Floyd.
En el marco de la repartición de África por parte de Europa en el siglo XIX, Leopoldo II trató que su país se convirtiera en una potencia colonial. Fue así que logró hacerse de control de la cuenca del río Congo.
So pretexto de evangelizar a la población nativa, “civilizarlos” y abolir la esclavitud, el monarca, que gobernó Bélgica de 1865 a 1909, convenció a las otras potencias presentes en el continente que le permitieran controlar ese territorio que en 1885 se convirtió en el Estado Libre del Congo.
Este control se hizo de manera privada, a través de una organización llamada Asociación Internacional Africana que no dependía del estado belga, sino directamente de Leopoldo II que figuraba como el “propietario”, convirtiéndose así en la única colonia privada en el mundo.
Lee más: Minneapolis se compromete a desmantelar su policía mientras siguen protestas
Consumada su “propiedad” sobre el Congo, el monarca acumuló una enorme riqueza gracias a la explotación de los recursos presentes en la zona como el marfil y el caucho. Para esto explotó sin descanso a la población nativa de maneras crueles e inhumanas. Amputaciones de manos, encadenamientos, latigazos, secuestros o incendios contra los poblados, fueron algunas de las prácticas utilizadas normalmente.
Aunque no hay una cifra exacta, historiadores estiman que hasta diez millones de personas murieron bajo la administración colonial de Leopoldo II en el Congo, que terminó en 1908.
En ese año, y luego de las críticas por los abusos que se cometieron allí, el Estado Libre del Congo pasó de ser su propiedad, a formar parte de Bélgica, convirtiéndose en el Congo Belga.
Hasta 1960 el Congo finalmente pudo obtener su independencia de su colonizador europeo.