La Amazonía brasileña se enfrenta a finales de junio a la temporada más seca y caliente del año, por lo que el Instituto de Investigación Ambiental en la Amazonía (IPAM) alertó que un área equivalente a tres veces el municipio de São Paulo, está lista para arder.
El IPAM publicó este lunes un estudio en el que advierte que la deforestación en aumento provocará en incendio de de 4,509 km2 de bosques talados, resultado de lo que fue talado durante 2019, más la deforestación en el periodo de enero a abril de 2020.
Durante los incendios el humo que provocará un aumento en el número de hospitalizaciones por problemas respiratorios, “ejerciendo más presión sobre el sistema de salud de la región, que ya está gravemente afectado por COVID-19”.
De acuerdo con los cálculos realizados por los científicos del IPAM, si la tasa acelerada de deforestación continúa en los próximos meses, casi 9,000 km2 pueden convertirse en cenizas.
El investigador Paulo Moutinho, autor principal del estudio, dijo que “frenar los incendios y la deforestación este año, además de una acción de protección ambiental, también es una medida de salud”.
Cuatro estados concentran el 88% del área deforestada y no quemada de los 4,500 km2 en riesgo: Pará (42%) , Mato Grosso (23%), Rondônia (13%) y Amazonas (10%).
Brasil es el país de América Latina con más muertes y contagios a causa de la pandemia, 691,758 y 36,455 respectivamente. Hasta el 5 de junio la APIB (Asociación de Pueblos Indígenas de Brasil), reportó que al menos 211 indígenas han muerto por el coronavirus y otros 2,178 están contagiados.