Ayer el gobierno dio a conocer la “Estrategia de reapertura de las actividades sociales, educativas y económicas”. Esta contempla tres etapas, que van del 18 de mayo al 1 de junio. Criticar al gobierno por los errores que ha cometido durante la pandemia es ocioso. Lo importante es ubicar las acciones que podemos tomar y las consecuencias que podemos afrontar.
Cada vez que hay una tragedia de dimensiones colosales el pueblo de México rebasa en su respuesta al gobierno. Esto sucedió en el temblor de 1985 y la nueva emergencia no es la excepción. Cuando el gobierno ordenó el confinamiento, una gran parte de la población ya estaba en casa. Pero la etapa por venir habrá de requerir un esfuerzo extra.
Lo primero a considerar es que no sabemos dónde estamos parados. El gobierno no ha hecho las pruebas a la población en general y no tenemos idea de la cantidad de pacientes asintomáticos que son portadores del virus. Esto establece un nivel de riesgo en el puesto de trabajo que puede atenuarse si se establece el uso obligatorio de los cubrebocas adecuados. La experiencia en Republica Checa, Alemania e Israel sugiere convincentemente que los cubrebocas son un factor importante para disminuir la transmisión del virus. De modo que, si un paciente asintomático porta su cubrebocas permanentemente y sus compañeros otro tanto, se estará evitando el contagio por las gotas de saliva.
El distanciamiento y las barreras físicas, como pantallas de acrílico entre los empleados y el público, también son muy importantes.
Otro tanto lo es el establecer protocolos de monitoreo en las empresas como toma de temperatura, con termómetros a distancia, al personal, y medir los niveles de oxígeno en sangre por oximetría digital. Si hay un caso sospechoso, de inmediato solicitar la prueba a un laboratorio privado.
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OTRO GRADO DE RIESGO
El retorno a las escuelas elevará de manera muy importante el grado de riesgo pues, si bien hay casos de niños que han muerto, la experiencia nos dice que los infantes cursan el contagio prácticamente sin síntomas o con una sintomatología moderada. Es claro que usarán protecciones, pero los pequeños son, por naturaleza, juguetones y es lógico que no sigan los protocolos al cien por ciento. Así, muchos niños se convertirán en portadores asintomáticos y traerán el virus a sus casas donde la gente mayor podrá contagiarse desarrollando, algunos, un problema grave.
Un ingeniero, Tomás Pueyo, especializado en psicología conductual, publicó en marzo un estudio predictivo sobre el comportamiento de la pandemia en el tiempo por venir. En él se analizaron las gráficas del comportamiento de la viremia en los países exitosos y se enfocaron los factores comunes en el tratamiento adecuado del contagio y la epidemia. Esto se basó en estudios matemáticos sobre las variables de la pandemia. Las predicciones que se hicieron en este estudio resultaron muy exactas.
De acuerdo con Pueyo, para abrir la economía se requieren diez medidas esenciales.
1. Hacer pruebas diagnósticas a la población en general. para definir el tamaño y la situación del problema.
2. Rastreo de contactos de las personas infectadas.
3. Aislamiento tanto de los infectados como de los contactos.
4. Cuarentena.
5. Uso obligatorio de máscaras.
6. Distanciamiento físico.
7. Higiene.
8. Educación pública.
9. Restricción de viajes.
10. Restricción de aglomeraciones.
Tres de ellas, la 1, 2 y 3, no se han puesto en práctica. El gobierno solo hace las pruebas a los enfermos graves; los pacientes asintomáticos no se conocen, por tanto, no es posible rastrear a sus contactos, y si se desconocen los pacientes asintomáticos y sus contactos, aislarlos es imposible.
CONCIENCIA SOBRE EL PROBLEMA
Se ha aplicado una cuarentena general con mucha holgura. Se han implementado servicios dedicados a apoyar a la población, pero no podemos decir que ninguno de ellos funcione con eficiencia.
Al abrir la economía, si los empresarios tienen conciencia del problema, los centros de trabajo podrán establecer protocolos de protección y protocolos de monitoreo; para que cuando se sospeche de un positivo se le haga la prueba diagnóstica en algún laboratorio de referencia. También se le pueden hacer a todos los empleados pruebas rápidas, es menester aclarar que no hay en el país pruebas rápidas en las farmacias, por lo que es indispensable que se validen algunas para proporcionárselas al medio empresarial y que se apliquen a los empleados.
En México se tiene una estadística de una prueba por cada 1,000 habitantes; mientras, en Suecia se tienen 15 pruebas por cada 1,000. Estados Unidos tiene una estadística de tres por cada 1,000, pero Estados Unidos no está considerado entre los países exitosos en la pandemia. La aplicación de pruebas de la iniciativa privada permitiría aumentar fuertemente las pruebas diagnósticas. Si esto sucede, el pueblo de nuevo será el factor de respuesta en la tragedia que vivimos, cuyas proporciones rebasan a todas las anteriores.
La situación es muy complicada. Abrir la economía es indispensable, pero hacerlo en las condiciones en que estamos es muy peligroso. El riesgo de que la epidemia tenga un repunte y que este se salga de control es muy alto. Si esto sucede va a salir más caro el caldo que las albóndigas.
La economía es un asunto prioritario; la vida de cientos de miles de mexicanos lo es aún más. Las economías se recuperan, la vida es irrecuperable. Es momento de ordenar las prioridades y que la sociedad actúe en consecuencia.
VAGÓN DE CABÚS
Es de la mayor importancia dar un reconocimiento mayúsculo a los médicos que, atendiendo a su vocación y al juramento hipocrático, se están jugando el pellejo en los centros hospitalarios del país. A ellos, a las enfermeras y enfermeros, técnicos de imagenología, de laboratorio, afanadoras y a todo el personal hospitalario, les mandamos desde aquí nuestra admiración, respeto y reconocimiento por el enorme sacrificio que día con día nos entregan.
Gracias. De todo corazón, muchas gracias.
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Salvador Casanova es historiador y físico. Su vida profesional abarca la docencia, los medios de comunicación y la televisión cultural. Es autor del libro La maravillosa historia del tiempo y sus circunstancias.