Bloquear la entrada a sus territorios y autoimponerse el toque de queda son parte de las estrategias que han tomado habitantes de distintos pueblos a lo largo y ancho del país con el propósito de protegerse de contagios por el nuevo coronavirus.
En el pueblo mágico Todos los Santos, Baja California, hay un bloqueo permanente de las entradas a la comunidad. Con esta medida los pobladores buscan evitar la entrada de personas ajenas que puedan trasladar la enfermedad.
Una decena de personas resguardan la carretera. El bloqueo es con vehículos y cintas amarillas. Además, piden a las autoridades que sean estas las encargadas de la instalación de un filtro sanitario.
En Puerto Peñasco, Sonora, el gobierno municipal mandó bloquear las carreteras que llevan al centro turístico. El paso de personas ajenas a la zona se permite siempre y cuando se sometan a un aislamiento de 12 días.
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Como parte de las medidas por la contingencia, el ayuntamiento de Tepoztlán, Morelos, también tomó la decisión de cerrar los accesos a su parque central a fin de evitar la concentración de personas durante el tiempo que dure la emergencia sanitaria por del coronavirus.
En el sur del país, en Barra de Coyuca de Benítez, que pertenece a la Costa Grande de Guerrero, los pobladores iniciaron un bloqueo para impedir la entrada a turistas y personas que no vivan en la zona. La idea es protegerse de cualquier posibilidad de contagio de coronavirus.
En la Costa Chica de Guerrero es la policía comunitaria la que impide el paso a los turistas. Se instalaron retenes en distintos puntos y solo tienen acceso los habitantes, según informó el coordinador de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG). Ya son 99 comunidades de 40 municipios en la entidad que se suman a los bloqueos.
En la meseta purépecha, la población acordó cerrar sus entradas por medio de retenes en las carreteras. Con piedras y camionetas se impide el paso para aislarse y evitar el paso a extraños.
En la sierra de Chihuahua, los municipios han bloqueado la entrada a personas ajenas a la región y también usan el perifoneo para insistir en que las personas se queden en su casa.
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En Tuxtla Chico, Cacahoatán y Unión Juárez, Chiapas, desde el 13 de abril se implementó un toque de queda. La finalidad es evitar contagios de coronavirus luego de que suman cuatro casos en la región de Soconusco, incluido un deceso.
En Cacahoatán, el “quédate en casa” obligatorio se aplica a partir de las 18:00 horas. Lo mismo para Tuxtla Chico y, en el caso de Unión Juárez, a las 20:00 horas.
Desde el 23 de marzo, ocho municipios de Sonora anunciaron toque de queda para evitar la propagación del COVID-19. Con un horario de 9 de la noche y hasta las 5 de la mañana, los habitantes no podrán salir de sus hogares.
En distintos pueblos de Michoacán ya han decretado toque de queda obligatorio. Ixtlán, Zacapu y Tangamandapio han cerrado sus puertas y nadie sale y tampoco entra. Después de las ocho de la noche, todos deben estar en sus domicilios.
La Región Centro de Coahuila se encuentra silente. Son 13 municipios los que se han sumado al cierre de sus entradas y al toque de queda que se inicia a partir de las 21:00 y hasta las 7:00 horas. Durará hasta el último día de abril.