La exanalista del ejército de Estados Unidos Chelsea Manning salió este jueves de prisión, donde pasó 62 días por negarse a testificar ante un gran jurado encargado de investigar sobre WikiLeaks y su fundador, Julian Assange.
“Hoy se marcó el vencimiento del mandato del gran jurado y, luego de 62 días de confinamiento, Chelsea salió del Centro de Detención de Alexandria”, dijo el equipo legal de Manning en una declaración compartida por Sparrow Media.
Sin embargo, dijeron los abogados, Manning recibió otro citatorio y se espera que comparezca ante un gran jurado diferente la próxima semana, por lo que es probable que vuelva a ser retenida por desacato al tribunal.
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“Chelsea continuará negándose a responder preguntas, y utilizará todas las defensas legales disponibles para demostrarle al juez de distrito Trenga que ella tiene motivos justificables para su negativa a dar testimonio”, afirmó el equipo legal.
El 8 de marzo, la justicia la encarceló porque ella se negó a participar “en un proceso secreto que desapruebo moralmente”.
Manning, que nació varón con el nombre de Bradley hace 31 años y e hizo su transición cuando ingresó a la cárcel en 2013, afirmó que ya había dicho todo lo que sabía durante su juicio ante una corte marcial.
Tras el arresto de Assange en Londres a petición de Estados Unidos, los seguidores de Manning pidieron su liberación inmediata, bajo el pretexto que era víctima de una medida “represiva, cruel e inútil”.
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La justicia estadounidense reveló poco después que el australiano había sido inculpado en marzo de 2018, esto es, un año antes de que el gran jurado convocara a Chelsea Manning. Para los defensores de ésta, eso demuestra que su testimonio era innecesario.
Aunque algunos estadounidenses, como el presidente Donald Trump, la califican de “traidora”, otros la ven como una mártir de la información que siempre ha asumido sus decisiones, en contraste con las ambigüedades de Julian Assange.