Cd. Juárez.- A pesar de que el tiempo de cruce hacia El Paso aumentaron en las últimas semanas, los fronterizos prefieren invertir el necesario para trasladarse al otro lado del limítrofe, que dejar de hacerlo.
“Qué más puedo hacer, yo compro ‘chucherías’ en El Paso para venderlas en Juárez, es conmigo que mantengo a mis dos hijos”, comenta Isabel Camargo, quien viaja al lado estadounidense de tres a cuatro veces por semana a pie.
La gente, afirmó, no va a dejar de realizar sus actividades cotidianas aunque se tarden más en el proceso.
“Ir y venir me sale mejor que meterme a una maquiladora, ahí servían ocho horas de trabajo más tres de viaje, y ganaría más poquito”, afirmó.
Desde hace meses, indicó, los tiempos de cruce aumentaron, de 20 minutos pasaron a 30 y últimamente hasta 40, mientras que hubo ocasiones en que se tardó hasta una hora.
El tamaño del flujo de personas y vehículos en tránsito fronterizo no disminuyó a pesar de la tardanza para cruzar, consideraron usuarios de los puentes internacionales.
“Ya hasta nos conocemos, creo que muy pocos han dejado de ir a El Paso por las tardanzas, mejor nos levantamos más temprano”, declaró Blanca Moreno, quien trabaja del lado estadounidense, a donde se traslada en automóvil.
Mencionó que son muchos los fronterizos que cruzan el limítrofe a diario por cuestiones laborales, de estudio, familiares y comerciales, lo que continuarán haciendo.
“Nos la ponen muy difícil, pasamos muchas horas en la línea, pero tenemos que ir y lo seguiremos haciendo, hasta que nos cierren la frontera y no quede de otra “, dijo.
En su caso, enfrenta diferentes lapsos para llegar al otro lado, lo menos que ha tardado son cinco minutos, pero a veces invirtió hasta cuatro horas y media.
Todo depende de las circunstancias y de la época del año, porque en noviembre y diciembre siempre “se pone peor”.
Ambas entrevistadas dijeron que sus conocidos no ven como opción dejar de ir a El Paso porque forma parte de su vida y tienen fuertes vínculos de aquel lado.