Un apagón masivo mantiene este jueves a oscuras a Caracas y casi todos los estados del país, en lo que el gobierno de Nicolás Maduro denunció como un “sabotaje” contra la principal represa de generación de energía eléctrica del país.
La corriente se cortó en Caracas a las 16:50 locales, provocando el colapso del tráfico debido al desalojo del metro y fallas con los semáforos. Mareas de personas caminaron varios kilómetros tras salir de sus trabajos.
El apagón afectó también al aeropuerto internacional Simón Bolívar, según reportes de viajeros en las redes sociales.
Además, se suspendió un partido entre el Deportivo Lara, de Venezuela, y el Emelec de Ecuador, por el Grupo B de la Copa Libertadores, previsto para la noche de este jueves en la ciudad de Barquisimeto y reprogramado para el viernes por la tarde.
Entrada la noche, al cabo de casi seis horas, el servicio seguía sin restablecerse. En algunos sectores de Caracas, los habitantes hicieron sonar cacerolas en señal de protesta.
“¡Ya estamos cansados, agotados!”, declaró a la AFP Estefanía Pacheco, madre de dos hijos, obligada a recorrer a pie los 12 kilómetros entre su lugar de trabajo como ejecutiva de ventas en el este de la capital venezolana y su casa en el oeste.
En Caracas, ciudad con altos índices de criminalidad, la población procura regresar a sus casas con la luz del día y casi no hay actividad nocturna.
De acuerdo con reportes de la prensa local, el apagón afecta prácticamente a toda Venezuela, con cortes en 23 de los 24 estados y en la capital.
A la vez, fallan las líneas telefónicas y la internet.
“Da tristeza cada vez que estas cosas ocurren”, lamentó Estefanía, pues los cortes de electricidad son habituales en Venezuela. Crónicos desde hace años en la zona occidental, vienen extendiéndose a Caracas y otras áreas.
Especialistas responsabilizan al gobierno socialista por falta de inversiones en el mantenimiento de la infraestructura en medio de una grave crisis económica, pero altos funcionarios denuncian frecuentemente actos de “sabotaje”.
“Guerra eléctrica”
Horas después de comenzado el apagón, el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, sostuvo que se trató de un “sabotaje criminal, brutal” que busca dejar a Venezuela sin suministro eléctrico durante “varios días”.
Sin embargo, Rodríguez aseguró que la electricidad ya regresó a zonas del este de Venezuela y que en las próximas horas debería estar restablecida en las demás regiones.
En Twitter, el presidente Nicolás Maduro acusó a Estados Unidos.
“La guerra eléctrica anunciada y dirigida por el imperialismo estadounidense en contra de nuestro pueblo será derrotada. Nada ni nadie podrá vencer al pueblo de Bolívar y Chávez. ¡Máxima unidad de los patriotas!”, escribió el mandatario socialista.
Maduro está duramente enfrentado con el gobierno de Donald Trump, tras el reconocimiento de éste al jefe parlamentario Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela.
Hace un año, Maduro ordenó a la Fuerza Armada activar un plan especial para custodiar instalaciones del sistema eléctrico ante lo que llama una “guerra eléctrica” para generar descontento popular, pero las fallas persisten.
La compañía eléctrica Corpoelec denunció, sin dar mayores detalles, un sabotaje en el embalse, ubicado en el estado Bolívar.
“Sabotearon la generación en Guri… Esto es parte de la guerra eléctrica contra el Estado. ¡No lo permitiremos! Estamos trabajando para recuperar el servicio”, publicó en Twitter la empresa.
Guri es una de las mayores represas generadoras de energía en América Latina, superada solo por la de Itaipú, entre Brasil y Paraguay.
– Parálisis –
Antes del anochecer, los apagones paralizaron el comercio.
El bolívar, la moneda local, ha perdido valor aceleradamente a causa de continuas devaluaciones y una hiperinflación que el FMI proyecta en 10.000.000% para 2019.
Ello ha provocado escasez de efectivo, pues el billete de máxima denominación, 500 bolívares, equivale a apenas 15 centavos de dólar, siendo insuficiente para comprar siquiera un caramelo.
La situación hace que las transacciones electrónicas sean indispensables, incluso para operaciones pequeñas como comprar una barra de pan.
Adriana Bellorín, una abogada, había salido a buscar comida. “Sin luz no puedo comprar”, comentó a la AFP, quejándose por los recurrentes cortes eléctricos.