La gobernadora Michelle Lujan Grisham, de Nuevo México, ordenó a la Guardia Nacional del estado retirar la mayoría de sus tropas dispuestas a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México.
La acción se instrumentó el martes por la noche, rechazando así las afirmaciones de la administración Trump sobre que hay una “crisis de seguridad nacional abrumadora”.
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En un comunicado, Lujan Grisham rechazó el “argumento federal de que existe una crisis de seguridad nacional abrumadora en la frontera sur, junto con algunas de las comunidades más seguras del país”.
“Nuevo México no tomará parte en la farsa presidencial de la campaña de traficantes de la frontera por el mal uso de nuestras diligentes tropas de la Guardia Nacional”, aseveró.
Además explicó que las tropas ubicadas en el condado de Hidalgo y en los del suroeste de Nuevo México permanecerían en el lugar para ayudar con las necesidades humanitarias actuales de esas comunidades.
Si bien Lujan Grisham dijo no creer que haya una “crisis de seguridad nacional” en la frontera, reconoció y apreció las preocupaciones legítimas de los residentes y funcionarios en el suroeste de Nuevo México, particularmente del Condado de Hidalgo, mientras los migrantes y solicitantes de asilo continúan apareciendo.
“Distribuiremos a nuestros hombres y mujeres en uniforme solo donde sea necesario, y donde su presencia pueda hacer una diferencia genuina en garantizar la seguridad pública y aliviar las preocupaciones humanitarias en nuestra frontera sur”, precisó.
Al retirar a la mayoría de las tropas desplegadas de Nuevo México, Lujan Grisham también alentó a que tropas de Arkansas, Kansas, Kentucky, Nueva Hampshire, Carolina del Sur y Wisconsin regresen a sus estados de origen de inmediato.
Según cifras de su oficina, un total de 118 tropas de la Guardia Nacional se encontraban desplegadas en Nuevo México como parte de la misión fronteriza de Trump ordenada en abril pasado.
Un portavoz del gobernador le dijo a The Washington Post que entre 11 y 15 soldados permanecerían en la parte suroeste del estado.
La gobernadora Lujan también ordenó al Departamento de Seguridad Pública que desplegara temporalmente a un grupo de seis oficiales de la Policía del Estado de Nuevo México para ayudar en las operaciones diarias de las autoridades locales en el Condado de Hidalgo, esto en respuesta a una solicitud del administrador del lugar.
La oficina de Lujan Grisham informó que los responsables en el Departamento de Seguridad Pública continuarán evaluando si se requiere más “asistencia suplementaria”.
La decisión de Nuevo México de retirar a las tropas de la Guardia Nacional de la frontera sur se produjo luego de la decisión de la administración Trump de desplegar 3,750 tropas adicionales en la frontera sur mientras el líder de los EU.
El presidente Trump ha exigido contar con 5,700 millones de dólares en fondos para la construcción de su muro; los demócratas se han negado a dar luz verde a esta demanda.
Los miembros del Congreso de ambos partidos se enfrentan a una fecha límite inminente para encontrar una resolución, con una medida de financiamiento para mantener al gobierno en funcionamiento, mientras continúan las conversaciones sobre seguridad fronteriza, que expirará el 15 de febrero.
Semanas después de los inminentes cierres federales de 35 días que dejaron a unos 800,000 empleados del gobierno sin trabajo o trabajando sin paga por más de un mes, Trump advirtió que de no llegar a una resolución, la nación que gobierna podría verse sumida en otro cierre gubernamental.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek