Llega 2019 y, aunque
la población mexicana considera que le espera una mejor situación económica en
los próximos 12 meses, las expectativas que los neoleoneses tienen de poder
comprar bienes como casas y coches durante este año son muy bajas. La mayoría
tampoco cree que pueda ahorrar parte de sus ingresos. Aquí los datos.
Medir la confianza de los consumidores permite conocer lo que piensan sobre su situación económica y la de sus familias, así como la percepción que tienen sobre la economía nacional.
Un alto nivel de confianza indica que existe estabilidad económica y política, y se genera un entorno de armonía en los mercados, ya que se espera un buen funcionamiento de la economía.
Cuando no hay confianza, hay incertidumbre. Un ambiente de incertidumbre en la economía puede obstaculizar inversiones, postergar decisiones de consumo e incluso provocar crisis.
En México, la confianza del consumidor es calculada por el Inegi mediante la Encuesta Nacional sobre Confianza del Consumidor. Esta encuesta se levanta en 43 ciudades representativas de todo el territorio nacional, al menos una por cada estado. A continuación presentamos sus resultados.
Un futuro mejor
Para octubre de este año (último dato disponible al cierre de esta edición), 57% de la población mexicana mayor de 18 años consideró que la situación económica de los miembros de sus hogares era igual a la que tenían 12 meses antes.
Asimismo, un 15% percibió que estaban mejor y solo el 1% percibía que los miembros del hogar se encontraban mucho mejor.
En contraste, el 25% de los encuestados percibía su situación económica como peor respecto de cómo era un año antes.
Sin embargo, al pensar en el futuro la perspectiva se volvió esperanzadora. El porcentaje de población que tiene la perspectiva de que dentro de 12 meses la situación económica del país será mejor mantuvo un incremento durante los primeros siete meses de 2018.
Buenas expectativas
Mientras que en enero de 2018 únicamente el 9% de la población consideró que dentro de un año estaríamos mejor, en junio incrementó a 18% y, para el mes de julio, luego de conocer los resultados electorales, esa cifra se disparó al 39% de la población. En octubre esa cifra fue de 35 por ciento.
En contraparte, la población que cree que estará peor para finales de 2019 disminuyó a partir de abril de 2018, cuando era de 25%, ubicándose en su mínimo histórico de 12% en agosto.
De igual manera, quienes en enero del año pasado consideraban que para principios de este 2019 podríamos estar mucho peor representaron el 20 por ciento.
En julio esa proporción ya había disminuido al 10% y llegó a su mínimo histórico en agosto, con solo un 4% de la población nacional.
La proporción de quienes pensaban que estaríamos igual presentó un cambio de únicamente dos puntos porcentuales, ya que en enero de 2018 fue de 31%, mientras que para octubre fue de 33 por ciento.
La confianza en Nuevo León
El 41% de los neoleoneses[1] que fueron entrevistados en octubre de 2018 consideraron que su situación económica continuará igual durante el siguiente año.
Esta perspectiva ha incrementado desde abril del año pasado, cuando esa proporción fue de 57% de la población.
Sin embargo, similar a lo que ocurrió en el contexto nacional, el porcentaje de neoleoneses que piensan que dentro de 12 meses estaríamos peor disminuyó de 21% en abril a 16% en julio. Para octubre de 2018 este porcentaje fue de 12 por ciento.
En nuestro estado la percepción de que estaríamos mejor para principios de 2019 mantuvo un incremento desde mayo del año pasado, cuando así lo consideró el 11 por ciento de los encuestados.
Para julio, en el contexto electoral, este porcentaje ascendió a un 35% de respuestas afirmativas y en octubre fue de 43 por ciento.
Sin poder comprar y menos ahorrar
Esta encuesta también recaba información sobre la posibilidad que tiene la población para comprar cosas como ropa, zapatos, alimentos, entre otros, en comparación con el año anterior.
En este sentido, el 48% de los neoleoneses respondieron que no estaban en la misma posibilidad económica que el año pasado para realizar estas compras.
Asimismo, 32% afirmó que tenía las mismas posibilidades, mientras que, únicamente el 20% declaró que sus posibilidades sí habían incrementado.
Además, el 69% de los encuestados en octubre afirmaron que no tenían la posibilidad ahorrar alguna parte de sus ingresos, comparado con un 31% que respondió que sí.
El porcentaje de personas que afirmaron que sí podían ahorrar una parte de sus ingresos disminuyó seis puntos porcentuales entre julio y agosto de 2018 (cuando fue de 69%) y octubre del mismo año, para después disminuir a 67%en septiembre y recuperarse a 69% en octubre del mismo año
Por otro lado, el 69% de los neoleoneses encuestados en octubre del año pasado previeron que las posibilidades de que puedan ahorrar dentro de 12 meses serían iguales. Un 9% tiene una perspectiva mala al respecto y únicamente un 22% manifestó que sus perspectivas son positivas.
De acuerdo con estas expectativas, se espera que, para octubre de este 2019, la proporción de 69% de personas que no pueden ahorrar se mantenga en ese nivel.
Ni casas ni coches
Respecto a los planes que tienen los encuestados de comprar un auto nuevo o usado dentro de los próximos dos años, el 75% de refirió que ningún miembro de su hogar está planeando comprar alguno.
Este resultado no se ha visto afectado significativamente por los eventos de coyuntura política, ya que, durante los últimos tres años, las respuestas negativas promediaron el 78% de la población de Nuevo León.
Lo mismo sucede con las expectativas para comprar, construir o remodelar una casa durante los próximos dos años: el 74% afirmó que no.
Esta proporción se ha mantenido entre el 69% y 95% de la población encuestada entre enero de 2015 y octubre de 2018.
Sin embargo, la confianza generalizada que existe entre los consumidores de todo el país da una perspectiva de que en el corto plazo el consumo no disminuirá.
La amenaza de la inflación
A pesar de los niveles de confianza de los últimos meses, los consumidores se han tenido que enfrentar al incremento de precios, que desde hace dos años ha alcanzado niveles históricos.
Aunque entre 2015 y 2016 los niveles inflacionarios ya presentaban presiones al alza, desde la liberalización de los precios de las gasolinas que entró en vigor en enero de 2017 se generó una presión al alza del nivel precios que, al cierre ese año, fue de 6.77 por ciento.
Pese a lo anterior, un factor que podría estar relacionado con el incremento de la confianza de los consumidores que se observó durante los primeros meses de 2018 es la disminución de los precios que se registró a principios de ese año: para junio el incremento fue de 4.8%, comparado con el 5.5% que se registró en enero.
Sin embargo, después de las elecciones los índices de precios tendieron a incrementar y para octubre del año pasado se registró un aumento de 4.9% comparado con el mismo mes de 2017.
En suma, entre enero de 2012 y octubre de 2018, los precios acumularon un incremento de 29 por ciento.
La inflación en Nuevo León[2] frecuentemente es menor al indicador nacional, y en julio de 2017 se alcanzó un máximo histórico de 6.3% en el estado, frente a un 6.4% nacional.
Aunque durante la primera mitad de 2018 disminuyeron los precios a nivel nacional y estatal, a partir de junio hubo un repunte que posicionó a Nuevo León apenas .9 puntos porcentuales por abajo del índice nacional, el cual tiende a disminuir.
En octubre del año pasado, el incremento de precios en Nuevo León fue de cuatro por ciento.
¿Dame más gasolina?
Como ya se mencionó, el incremento de precios que se ha dado durante los dos últimos años está relacionado con la liberalización de los precios de las gasolinas del 1 de enero de 2017.
De acuerdo con el sistema de consulta de precios promedio del Inegi, en diciembre de 2012 el precio promedio por litro de la gasolina de bajo octanaje en Nuevo León era de 9.78 pesos, mientras que la de alto octanaje costaba 10.62 pesos.
Entre 2012 y 2014, este combustible mantuvo un incremento promedio de 10 por ciento. En 2015 se dio un incremento de 11% y para 2016 el precio se mantuvo casi igual: 13.98 para la gasolina de bajo octanaje y de 13.16 pesos para la de alto.
En 2017 el precio promedio en Nuevo León se disparó a 16.31 y 18.19 pesos por litro para las gasolinas de bajo y alto octanaje, lo que representó un incremento equivalente al 24% y 30%, respectivamente.
Entre 2012 y octubre de 2018, el precio de este combustible acumuló un incremento del 88% en términos nominales.
Si bien aún se mantiene una alta confianza del consumidor derivado de los resultados electorales, este indicador ha disminuido en los meses posteriores.
Adicionalmente, se podría dar una fuerte contracción de la confianza si los niveles inflacionarios no logran disminuir.
El desgaste de la confianza de la población, acompañado de un incremento constante en los niveles de precios podría acortar las previsiones de crecimiento económico para el corto plazo, y derivado de ello, las decisiones de inversión.
[1] La ciudad que representó a nuestro estado para la construcción del índice de confianza es Guadalajara, donde se levanta esta encuesta cada mes.
[2] De igual forma que con la encuesta dedicada a recabar los datos para construir el índice de confianza del consumidor, para calcular el índice de precios, Inegi recaba y calcula los precios promedio de 55 ciudades en todo el país. Para este efecto, en nuestro estado son recabados los precios en las ciudades de Guadalajara y Tepatitlán: con el promedio de las variaciones porcentuales de cada una de estas ciudades, se obtiene un dato representativo del comportamiento de los precios en nuestro estado.