La Organización de las Naciones Unidas considera que habilitar el acceso a internet de alta velocidad para toda la población de un país contribuye a mejorar la calidad de vida, superar vulnerabilidades y mejorar las condiciones de vida de la gente. Entre los beneficios de las telecomunicaciones modernas está el tema de la seguridad. La banda ancha permitirá a las policías y cuerpos de seguridad pública transmitir imágenes, video y datos en segundos y de manera segura e ininterrumpida.
Utilizar esta megacarretera con estándares como LTE (del inglés Long Term Evolution) significa poder transmitir en tiempo real información de hasta 1 gigabyte; esto es, el equivalente a un programa de televisión de cuatro horas. Hablando de seguridad pública, se trata de imágenes desde la escena del crimen, incluso video, tanto para pedir elementos de apoyo como para recabar evidencia sobre los hechos delictivos. Información para salvar vidas.
La tecnología de banda ancha en México se construye sobre una red compartida que, desde 2016, instrumenta la compañía Altán Redes y que hacia 2024 tendrá cobertura en prácticamente todo el territorio nacional, lo que permitirá a los operadores móviles ofrecer servicios de alta velocidad a 92% de la población.
El experto en telecomunicaciones Miguel Guevara recientemente publicó el artículo “Red compartida: un caso de innovación gubernamental”, en el que explica que la red compartida no puede ofrecer servicios a usuarios finales, pues es un mayorista. “La red compartida es una red de segundo piso que provee servicios de telecomunicaciones a operadores de telecomunicaciones”, escribió.
En ese escenario, ¿cómo pueden aprovechar el ejército y la policía esta tecnología, para comunicarse de forma segura en medio de una balacera? ¿Qué ocurre con los servicios de rescate y protección civil, que también requieren comunicarse en tiempo real para operar durante un terremoto? ¿Cómo subir a las fuerzas de seguridad pública a esta megacarretera de datos cuando de forma 100% confiable y segura?
En el último año, los operadores que ofrecen servicios de “misión crítica” o canales seguros de radiocomunicación para las fuerzas de seguridad nacional han centrado el debate en la actualización de los estándares sobre los que deben operar, pues actualmente es preciso migrar desde tecnología análoga hasta sistemas digitales o IP (Internet Protocol) como paso previo a entrar en el ecosistema de banda ancha.
El análisis “Aspectos de competencia y eficiencia económica de la red nacional de radiocomunicación”, de la consultora Agon, explica que migrar los servicios de radiocomunicación de misión crítica a la banda ancha requiere un espectro dedicado específicamente a servicios de inteligencia o utilizar sistemas híbridos, en tanto se habilitan al 100% esas megacarreteras.
Ese reporte describe ejemplos internacionales, como ocurre con Bélgica, Finlandia y Catar, que siguen corriendo sobre banda angosta, pero compensan los servicios multimedia que requieren con una red LTE o de banda ancha. Estados Unidos y en Australia comenzaron desde 2012, a desarrollar una red nacional LTE dedicada para servicios de misión crítica.
“La transición a una red de banda ancha comercial, en complemento con una red de banda angosta, también implica una planeación que toma cierto tiempo”, explica el reporte en relación con que todos los países han tomado esas decisiones entre 2012 y 2014. “La mayoría de los países han iniciado una discusión y análisis en cuanto a la evolución hacia una red LTE para sus servicios de misión crítica”. En México, es aún asignatura pendiente que el gobierno federal decida si migrará completamente su radiocomunicación de inteligencia a banda ancha u opta por un sistema híbrido.
Menos antenas más conectividad
Desde 1985, luego de la experiencia del terremoto del 19 de septiembre, cuando las comunicaciones de emergencia no estaban integradas, México apostó por instalar una red de misión crítica con tecnología Tetrapol TDM —desarrollada por Airbus SLC—, que se desplegó en todo el país. Hoy, esa tecnología está migrando a su versión de Tetrapol IP, pero pronto también ofrecerá servicios compatibles para correr sobre banda ancha.
Fred Gallart, CEO para México y América Latina de Airbus Secure Land Communications (SLC), explica que, como fabricante del estándar Tetrapol IP, actualmente son el principal operador de seguridad pública en tecnología de banda angosta en el país y están preparados para comenzar a correr sobre banda ancha.
“Hay un sinnúmero de cosas que vienen en términos de tecnología y nosotros vamos a proveer una plataforma segura y encriptada de fin a fin para poder integrar las soluciones que los cuerpos policiacos y de seguridad pública van a necesitar para combatir el crimen en México”, afirma.
Hoy por hoy, con los dispositivos y la tecnología que ofrece Airbus (SLC), los cuerpos de seguridad mexicanos ya pueden usar herramientas que parecen del futuro, como sensores que permiten saber si un policía desenfundó su arma, por ejemplo; si corre peligro, de acuerdo con la aceleración de su pulso cardiaco y necesita ayuda urgente o incluso si su radio está en posición horizontal, signo de que podría haber caído herido.
Con comunicación en banda ancha, un policía podría ver con una cámara el lugar de la escena del crimen, incluso antes de llegar. “Si tú ya sabes qué está pasando, entonces te preparas mentalmente para actuar cuando llegues”, comenta Gallart respecto a las posibilidades que incluso en México ya podrían comenzar a ensayarse.
“Cuando hablamos de seguridad pública, segundos significan mucho, significan una vida, y tienes que tener la certeza de que un mensaje va a pasar completo y que solo personal autorizado estará escuchando esa conversación. Eso es lo que nosotros hacemos. Ese es nuestro expertise”, comenta el directivo de Airbus (SLC).
Gallart adelanta que en ExpoSeguridad México 2019, en mayo próximo, Airbus (SLC) presentará el Operador de Red Virtual Móvil Segura (Secure MVNO), diseñado para que policía, ejército, cuerpo de bomberos y de protección civil utilicen aplicaciones multimedia en sus radios, una necesidad que cada vez se hace más urgente en las entidades federativas, como ocurre en Querétaro y Morelos, donde los C5 ya comienzan a demandar este tipo de soluciones.
El MVNO es una plataforma que también garantiza que la inversión que el gobierno mexicano ha hecho en Tetrapol durante los últimos 17 años mantenga su valor al migrar hacia LTE. “Hay muchos temas asociados con la tecnología de banda ancha que no se han resuelto, pero tiene que haber estándares para que la tecnología sea totalmente abierta y puedas utilizar dispositivos y aplicaciones de diferentes proveedores encima de la plataforma LTE. En el caso de las aplicaciones de seguridad pública, todas trabajarán dentro de un parámetro y ese parámetro lo va a dictar el gobierno mexicano”, dice.
El futuro llegó a Querétaro
En Querétaro, el robo de auto se reporta en tiempo real con una llamada al 911, que detona la movilización policiaca. Cuando el policía llega al lugar del delito, desde una tableta puede boletinar los hechos a su C5 y a la fiscalía correspondiente. En un lapso de 40 minutos, la víctima ya tendrá un correo electrónico y un mensaje SMS en su celular con el número de investigación que le permitirá realizar trámites ante una aseguradora y tener la certeza de que sus placas están reportadas como robadas, en caso de que los delincuentes hagan mal uso de la unidad.
Desde 2016, los queretanos fueron pioneros en desarrollar esta aplicación que facilita reportar un robo de auto, con lo que ha aumentado la cantidad de denuncias de delitos patrimoniales y se han agilizado las labores de inteligencia que permiten el seguimiento del delito y eventual recuperación de la unidad robada.
El Centro de Coordinación Querétaro (CQ-CIAS) cuenta con monitoreo en todos los municipios a través de una red de 3,000 cámaras. La atención de llamadas 911 y el reporte anónimo 089 se siguen desde ahí, así como el enlace entre los cuerpos policiacos, de seguridad pública y de emergencia, a través de 120 kilómetros de fibra óptica y enlaces inalámbricos que también les permiten conectarse con las fiscalías.
Pedro Toscuento González, director del CQ-CIAS, asegura que, con la tecnología desplegada en este centro de inteligencia, los cuerpos de seguridad y emergencia pueden “llegar hasta el último rincón del estado”. Señala que la arquitectura del edificio y su distribución en 16 áreas están basadas en tecnología de fabricantes líderes en el mercado. “Así aseguramos que la tecnología durará el mayor tiempo posible y que estamos a la vanguardia”, dice.
Querétaro es uno de los siete estados que ya migró su tecnología Tetrapol TDM a Tetrapol IP. Toscuento explica que han trabajado con este estándar desde hace 15 años, pero que el proyecto del CQ significó el momento natural para modernizarse. “Cuando estábamos en la construcción del Centro, teníamos la necesidad de ampliar nuestro alcance y la cobertura de nuestra comunicación”, refiere. “Decidimos apostar por lo nuevo: la tecnología Tetrapol IP, porque parte de los beneficios que veíamos radicaba en el envío de datos. Ahora exploramos aplicativos que permitan enviar video e imagen desde el lugar de los hechos”.
La transmisión IP es una realidad en Querétaro, Hidalgo, Aguascalientes, Nayarit, Colima, Tlaxcala y Morelos, entidades donde los servicios de misión crítica se han digitalizado por completo. Recientemente, en Quintana Roo se firmó un contrato entre Airbus (SLC), Total Play y el gobierno estatal para realizar la migración. En tanto que otros 14 estados más se encuentran en modalidad híbrida entre Tetrapol TDM y Tetrapol IP mientras completan al 100 % su digitalización.
Aún hay estados pendientes de realizar esta migración y, a escala federal, el Consejo Nacional de Seguridad está en espera de recibir un análisis encomendado al Instituto Politécnico Nacional para definir las decisiones de gobierno que se asumirán en esta materia en tanto se habilita completamente la red de banda ancha. Los distintos proveedores de telecomunicaciones para servicios de inteligencia están en espera de esas definiciones urgentes, pues en el día a día significa la posibilidad de usar tecnología multimedia para combatir al crimen organizado y realizar rescates exitosos en caso de siniestros. Significa salvar vidas.