Las llamadas que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mantiene desde su iPhone, podrían ser escuchadas por los servicios de espionaje de China y Rusia, de acuerdo con The New York Times. Esto es lo que han expresado hasta el momento las partes involucradas.
El miércoles, el Times informó que según fuentes de inteligencia, los espías chinos analizan los comentarios y las posturas de Trump para hacer frente a la guerra comercial que mantienen ambos países. Además, dijeron, han hecho una lista de personas con las que el presidente habla regularmente para intentar influir en ellos.
Una de las fuentes dijo al medio que hay espionaje ruso, pero no se cree que el Kremlin busque tener una influencia como la de Beijing porque existe una supuesta afinidad entre los presidentes de ambos países.
Aunque los ayudantes de Trump le han dicho que sus llamadas desde su iPhone no son seguras y pese a que los funcionarios le dieron otros dos que fueron alterados por la Agencia Nacional de Seguridad para limitar sus habilidades y vulnerabilidades, él no ha querido dejar su dispositivo personal.
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Un día después, Trump desestimó el texto en Twitter y lo llamó aburrido. Dijo que raramente utiliza un celular y que, cuando lo hace, solo utiliza los celulares que le proporciona el gobierno. “Solo son más noticias falsas fabricadas”, acusó.
La portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino, Hua Chunying, ironizó sobre esas informaciones, estimando que “algunos no retroceden ante nada para obtener el oscar al mejor guión”.
Como Trump hace con el diario, la portavoz estimó que el artículo constituye “una nueva prueba de la información falsa” de parte del periódico.
Dirigiéndose a la administración Trump, la vocera agregó que si los estadounidenses temen que los teléfonos de marca Apple sean escuchados, “deberían reemplazarlos por teléfonos Huawei”, una marca china que ha sido acusada de espiar para Pekín.
En Moscú el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, también puso en duda la credibilidad del New York Times, y atribuyó esas informaciones “a la decadencia de las normas periodísticas”.