El Senado aprobó este sábado la nominación del juez conservador Brett Kavanaugh para integran la Suprema Corte de Estados Unidos, tras un caótico proceso de confirmación marcado por acusaciones de agresión sexual contra el magistrado durante su juventud.
Kavanaugh, quien negó categóricamente esas acusaciones, obtuvo una corta mayoría en el Senado(50-48), dando una importante victoria política al presidente Donald Trump que dejará en minoría a los jueces progresistas en el máximo órgano de justicia durante muchos años.
Trump se prepara para saborear su victoria en la batalla por la Corte Suprema
Donald Trump prevé este sábado anotarse una victoria con la controvertida confirmación en el Senado de su candidato a la Corte Suprema de Justicia, Brett Kavanaugh, a un mes de unas elecciones legislativas de alto riesgo para el presidente estadounidense.
La cámara de Senadores, encargada de ratificar o rechazar las nominaciones de los integrantes del máximo tribunal, cuyos puestos tienen carácter vitalicio, votará después de las 15H30 locales (19H30 GMT) del sábado, tras un proceso marcado por las acusaciones de agresión sexual contra el juez de 53 años, cuando era adolescente.
Salvo sorpresa, los senadores ratificarían a Kavanaugh por una estrecha mayoría. Los republicanos votarían en bloque en favor del magistrado y los demócratas lo rechazarían, con una excepción en cada campo.
Con esta votación se cerrarán varias semanas de encarnizada lucha política, en medio de las denuncias contra el magistrado que dividieron a la sociedad estadounidense.
De ser ratificado, está previsto que el juez preste juramento en los próximos días, incorporándose a la jurisdicción de mayor rango de Estados Unidos, que verifica la constitucionalidad de las leyes y arbitra en los conflictos más espinosos de la sociedad, como el aborto o la pena de muerte.
El desembarco en la Suprema Corte de este conservador colocará a los jueces progresistas en minoría -cuatro de nueve-, probablemente por varias décadas.
“Es un gran día para Estados Unidos”, celebró el jefe de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, a la cadena Fox News, donde felicitó a sus colegas por “haber rechazado ceder a la intensa presión”.
Los demócratas y los defensores de los derechos civiles se movilizaron desde la nominación de Kavanaugh en julio para intentar evitar su confirmación, con campañas y manifestaciones orientadas a cambiar el voto de los republicanos moderados.
– Área restringida –
La nominación de Kavanaugh dio lugar a intensas protestas en varias ciudades estadounidenses. El viernes, más de 100 personas fueron detenidas en Washington.
El sábado, unos 200 manifestantes se reunieron fuera del Capitolio, agitando pancartas y coreando: “No queremos a Kavanaugh” y “Ya llega noviembre”.
Las autoridades tomaron la inusual medida de cercar el Capitolio, para mantener a los manifestantes alejados del edificio.
Según Trump, mujeres en apoyo del juez ocupaban masivamente la zona del Capitolio.
“Es algo hermoso de ver -y no se trata de manifestantes profesionales a quienes se les entregan carteles caros. ¡Es un gran día para Estados Unidos!”, dijo el mandatario en Twitter, aludiendo a los activistas anti-Kavanaugh.
El viernes, Trump dijo que el multimillonario George Soros, aportante del partido demócrata, estaba detrás de las manifestaciones contra Kavanaugh.
– “Nada” en el informe –
Pese a sus opositores, la confirmación de Kavanaugh parecía un hecho hasta que a mediados de septiembre el testimonio de una mujer que lo acusa de abusos sexuales sembró la duda sobre su probidad y amenazó su candidatura.
Christine Blasey Ford, profesora universitaria de 51 años, lo acusa de una serie de agresiones en 1982, durante fiestas de jóvenes.
Esas afirmaciones cayeron como un balde de agua helada en un país ya muy sensible a los temas de agresiones sexuales tras el surgimiento del movimiento #MeToo.
Durante una audiencia en el Senado seguida a distancia por 20 millones de estadounidenses, Ford dijo estar “100% segura” de haber sido agredida por Kavanaugh cuando tenía 15 años y él 17.
El magistrado respondió asegurando su inocencia y se presentó como víctima de una campaña orquestada por la izquierda.
Bajo la presión de legisladores indecisos, el Senado encargó una investigación a la policía federal, el FBI, que en la noche del miércoles comunicó su dictamen.
El informe dejó satisfechos a los republicanos, para los cuales no había “nada” comprometedor sobre el magistrado. De inmediato, pusieron en marcha la fase final del proceso de confirmación.
Los abogados de Ford consideraron que la investigación no fue satisfactoria. “Una investigación del FBI que no incluyó entrevistas con la Dra. Ford y el juez Kavanaugh no es una investigación significativa”, dijeron en un comunicado.
– “No es el hombre indicado” –
El viernes, los senadores decidieron el cierre de los debates.
De los cuatro senadores que hasta ahora habían reservado su voto, tres -los republicanos Jeff Flake y Susan Collins y el demócrata Joe Manchin- anunciaron que respaldarían a Kavanaugh.
En el campo republicano, sólo Lisa Murkowski dijo que rechazará la nominación porque Kavanaugh “no es el hombre indicado para la Corte en este momento”, explicó.
Collins justificó su opción en un largo discurso, en el que dijo no disponer de elementos suficientes para corroborar las denuncias de Ford. Aclaró además que la ratificación del juez no quiere decir que el Senado no toma en serio las agresiones sexuales.
“Si el Senado confirma a Kavanaugh, estará enviando un mensaje claro y desmoralizador a los estadounidenses: si usted es víctima de una agresión sexual, más le vale que permanezca en silencio”, proclamó la organización feminista Equality now.
La incógnita aún es el impacto de esta decisión sobre las elecciones legislativas de noviembre.
(Con información de AFP/Charlotte PLANTIVE).