Cáscara Biodegradable, un proyecto ecológico que surgió hace cuatro años por Oscar Ramos y Francisco Rodríguez, egresados de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), buscan exportar sus productos a países europeos, entre ellos Polonia y Dinamarca, pues comentan puede darse una relación comercial.
“Exportamos nacionalmente, aunque ya mandamos nuestra primera carga a Cuba. Buscamos romper esa brecha y exportar a otros países. Actualmente tenemos relación con Polonia y Dinamarca”, comentaron.
El proyecto Cáscara es la primera comercializadora en Aguascalientes en vender productos biodegradables. Oscar Ramos fue la primera persona en traer estas soluciones a la ciudad, donde posteriormente se asoció Francisco.
Tras haber trabajado en un Centro de Desarrollo Empresarial de Organizaciones Civiles, comentó Oscar, comenzó a seguir a distintas líneas, asociaciones y empresas que ofrecían productos y servicios referentes al cuidado del ambiente, lo que lo llevó a identificar un punto en particular que estaban ofreciendo en otros lugares.
“Los desechables biodegradables no eran nuevos en ese entonces, pero en Aguascalientes no había, ya con la tendencia de tratar de aportar algo fue cuando pensé que sería bueno trabajarlo aquí”, platicó Oscar.
De esta manera, la organización ecológica tiene varios temas de impacto, explicó, particularmente relacionado con hábitos de consumo, cuidado del medio ambiente, disminución del uso de productos plásticos y en asuntos de legislación como sociedad.
“Fue como un primer impulso, pensar en algo que es tan común en el uso cotidiano y que debería generar consciencia ante la basura que generamos, agregó.
Cáscara Biodegradable cuenta con 150 clientes en Aguascalientes. Son proveedores de distintas líneas alternas de negocios, principalmente orientado al sector hotelero y de restaurantes.
Asimismo, se encuentran ligados al sector salud dirigido especialmente a odontólogos, pues cuentan con soluciones alternativas biodegradables a los productos que utilizan, el cual consiste en el bio-vasito, hecho de fécula de maíz.
Entre otras soluciones alternas cuentan con bio-vasos para tatuadores y el enjuague de sus herramientas; y bio-bolsas destinadas a las heces de las mascotas.
De la misma manera, proveen productos biodegradables a las cafeterías y consumo interno de empresas automotrices.
Por otro lado, la transformación y degradación de sus productos se producen directamente en la composta, según explicó Francisco. Estos pueden variar de los 90 a 240 días según el material.
“Yo los puedo tener en estantería y no se van a deshacer, ya al desecharlos directamente es cuando comienza el proceso de degradación”, agregó.
Reacción de la gente ante los productos biodegradables
Por otra parte, manifestó que el asunto de los productos biodegradables ha sido positivo por parte de la gente, pues al saber que hay una alternativa diferente que no contamina es satisfactorio, además de que personas ya se han tomado la tarea de implementarlos en sus negocios.
“La gente ha adquirido más conciencia en estos últimos años, se están dando cuenta de que lo que desechan no termina ahí, sino que su ciclo de vida es mucho más largo. A la gente les encanta, obviamente están dispuestos a adquirirlos”, finalizó.
Cáscara Biodegradable logró vender 20 mil popotes y 12,500 bio-vasos en la última edición de la Feria Nacional de San Marcos.