La reina indiscutible de la moda editorial, Anna Wintour, dejará la dirección de la edición estadounidense de Vogue tras más de 40 años al frente de la icónica revista. La noticia, confirmada este jueves, marca el fin de una era en la industria. Pero además de su visión curatorial única, hay otro elemento que ha sido inseparable de su figura pública: sus gafas de sol.
Aunque en ocasiones ha sido vista sin ellas, las gafas oscuras se han convertido en una auténtica extensión de su personalidad y su marca. Tanto, que incluso han llegado a simbolizar el poder y el misterio que Wintour ha proyectado durante su mandato en Condé Nast.
En una entrevista televisiva con Christiane Amanpour en la cadena CNN, citada por Vanity Fair en 2019, la reconocida periodista se atrevió a preguntarle directamente por qué las usaba. Wintour, fiel a su estilo directo y sofisticado, respondió con franqueza:
“Seré totalmente sincera, es porque he estado enferma toda la semana, y además me han operado de los ojos, así que esas son las razones por las que las llevo hoy. Si no, habría sido valiente contigo y me las habría quitado”.
Pero Amanpour fue más allá, cuestionando si acaso no eran una forma de ocultarse o protegerse del mundo exterior. Ante ello, Wintour admitió lo evidente:
“Evitas que la gente sepa qué estás pensando, ayudan cuando me siento un poco cansada o con sueño. Y a lo mejor se han convertido en una parte de lo que soy”.
Desde sus primeras apariciones en las primeras filas de la Semana de la Moda de París hasta sus visitas al Met Gala, las gafas de sol de Anna Wintour han sido tan icónicas como su corte de pelo bob. Más que un simple accesorio, se han vuelto parte de su lenguaje visual y su estrategia comunicacional, sirviendo de escudo, símbolo de autoridad y, sin duda, un recurso estilístico inolvidable.
La salida de Wintour de Vogue abre una nueva etapa para la revista más influyente de la moda, pero su legado —y sus gafas oscuras— quedarán para siempre como referentes del poder editorial en el siglo XXI. N