A las siete de la mañana el transporte público se convierte en una galería de pantallas. Mientras la ciudad apenas abre los ojos, cientos de personas suben a los vagones con el celular en la mano; algunos revisan noticas y otros espían historias ajenas. En ese desfile digital, los protagonistas ya no siempre son humanos. En lugar de rostros maquillados o cuerpos atléticos, aparecen perros disfrazados, gatos malhumorados, conejos que modelan y cerditos que bailan. Hoy en día las redes se rinden ante los petfluencers, criaturas que no solo enternecen, también imponen estilo, carisma y una mayor conciencia sobre el bienestar animal. Y entre esa “fauna virtual”, un personaje alado irrumpe con autoridad.
Desde Chacabuco, una urbe de calles tranquilas a 220 kilómetros de Buenos Aires, Argentina, Mister Pepo impone su ley. Tiene 18 años, plumas relucientes, un pico curvo y un carácter que no acepta contradicciones. En su casa nadie se sienta en su mesa. Ese rincón, reservado exclusivamente para él, representa más que un capricho: es el centro de operaciones de una celebridad con alas. Tan solo en Instagram suma 136,000 seguidores y en TikTok, cerca de 200,000.
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La historia del loro Pepo es tan emotiva como inesperada. Su anterior dueño, aquejado por una enfermedad degenerativa, ya no podía cuidarlo. Fue cuando Martín Merlo y su madre, Alicia, decidieron abrirle las puertas de su hogar y también de su corazón. Aunque al principio era agresivo y desconfiado, bastaron cinco días para que se subiera por primera vez al hombro de Martín —a quien en videos llama “papá”— y comenzara una relación inseparable.
“Mi mamá conocía a la familia anterior de Pepo. Ellos vivían entre Palermo y Caballito, dos barrios de Buenos Aires. Fue la hija quien, tras un viaje, nos trajo al ave y así llegó a nuestras vidas en 2021. Apenas dos meses después de que nos lo dio, el dueño original falleció. Decidí conservar el nombre que ya tenía; solo en redes sociales le agregué el ‘Mister’. Cada año celebramos su cumpleaños el 8 de abril”, cuenta Martín Merlo en entrevista con NW Noticias.
Y agrega a la conversación: “Pepo había vivido siempre en jaula, pero a mí no me gusta tener animales encerrados. Lo primero que hice cuando llegó fue poner la pajarera en el suelo y abrirla. Durante los primeros tres días no quiso salir, quizá por miedo o desconfianza, pero al cuarto ya se animó a subirse al techo, y para el quinto empezó a explorar su entorno. Recuerdo bien el momento en que se animó a salir por completo: tomé la jaula y la aventé. Él soltó una risa y vino directo a mi hombro. Desde ese día surgió nuestra amistad”.
DE UN VIDEO ACCIDENTAL AL ESTRELLATO: LA HISTORIA DE MISTER PEPO
Martín afirma que deja al loro parlanchín andar libremente por la casa; además de su mesa, tiene sus sillones exclusivos. En la plática nos muestra un control remoto que ya no tiene botones porque Pepo los muerde. “No lo retamos, está en su hogar y es parte de la familia”, asegura el joven de 35 años.
Lo que comenzó como una convivencia cotidiana se volvió viral casi por accidente. En abril de 2022 Martín subió un video en TikTok donde Pepo, mientras come una flor de un jarrón, responde a un regaño de Alicia con un inesperado: “¡Vieja loca!”. El video explotó con medio millón de vistas en una hora. Así nació oficialmente el canal de Mister Pepo, ahora un petfluencer que recibe mensajes de México, Colombia, Argentina y otros países como si fuera un viejo amigo. Algunos incluso le agradecen por mejorarles el día.
@mister.pepovieja loca!♬ sonido original – Mister.Pepo
“Te amo, Pepito”, dice una seguidora. Pepo, sin embargo, no responde. Solo observa desde su trono doméstico mientras su dueño, detrás del celular, se encarga de grabarlo y subir el próximo episodio de su reino. Pero a diferencia de otros petfluencers, este animal vertebrado no actúa para la cámara. Merlo insiste en que no lo fuerza ni lo persigue con su dispositivo.
“Simplemente hago lives (videos en directo) todos los días en TikTok y Kick (una plataforma de transmisión en vivo) y, si surge algo espontáneo, lo recorto para las redes, pero nunca lo obligo”, añade. Cada día transmiten durante el almuerzo o cena. Pepo aparece cuando quiere; se ríe, habla, canta, grita, pide comida y si no está de humor, simplemente se queda tranquilo.
“NO ME INTERESA USARLO PARA GANAR DINERO”
“Trato de hacer dos transmisiones al día, alrededor de cuatro horas en total, porque también tengo mi vida. No hay un tema particular, cuando vengo a comer con mi madre inicio grabación y Pepo no es forzado a posar o actuar. Él tiene su ración de comida, pero luego se acerca a mi plato y me quita la milanesa de la boca, esas acciones son las que recorto y subo a las redes, por ejemplo”, apunta.
Aunque las marcas han tocado la puerta, Martín ha rechazado todas las propuestas comerciales. Insiste en que lo más importante no son los likes, sino el mensaje: “No me interesa usarlo para ganar dinero. Esto lo hacemos por gusto. Queremos que la gente entienda que un loro no es un adorno ni un juguete; requieren mucho cuidado y amor”. Tampoco se considera famoso. “No soy de salir mucho, soy muy casero, pero sí cambió mi vida. La energía de esta casa es otra desde que llegó Pepo”.

No obstante, Martín Merlo, que se dedica a las finanzas y el boxeo en sus ratos libres, no descarta colaborar en campañas con causa, especialmente aquellas que beneficien a los animales. Su amor por ellos va más allá de las redes. “Yo freno hasta por las palomas en la calle”, concreta con una sonrisa.
TOTOPO, EL PERRO SOCIABLE QUE DESFILA JUNTO A GRANDES ARTISTAS
Al norte del continente, pero al centro-oeste de México, otro petfluencer de nombre Totopo genera contenido con causa. Además de portar gafete por ser parte del comité organizador del Festival Internacional del Cine en Guadalajara (FICG), es vocero y embajador de buena voluntad en asociaciones enfocadas en el cuidado animal, según relata a este medio su dueña y “mamá adoptiva”, Daniela Laguna.
Totopo —nombre inspirado en los sabores de Jalisco y por su pelaje dorado como una tortilla crujiente— tenía apenas cuatro meses cuando conoció el abandono. Su historia, como muchas otras, comenzó mal: nació para ser vendido, fue el último de la camada, y no recibió atención ni cariño, hasta que Daniela lo encontró en redes sociales. Estaba desnutrido y con los ojos tristes, pero algo en su mirada la enterneció.
“Le mandé mensaje a la persona y le dije: ‘Quiero ser la mamá de ese perrito'”, recuerda en entrevista. Lo llevó al veterinario, le compró alimento especial y lo cuidó hasta verlo convertido en una gran bola de pelos saludable y vivaz. Totopo empezó a ser parte de su día a día; viajaba con ella, corría por la playa, exploraba el campo, conocía nuevas ciudades… Pronto también la acompañó a su trabajo en la Cineteca de Guadalajara, donde se ganó el corazón de todos.
“Tenía ya cuatro años con ‘Toto’ —como le dice de cariño por la banda de rock Toto y por el perrito de El Mago de Oz— cuando empecé a trabajar en la Cineteca, en donde sucede una vez al año el FICG. Sabía que las oficinas eran pet friendly (lugares que permiten la estancia de mascotas); pregunté si podía llevar a mi perro, aunque fuera grande, y me contestaron que sí. Incluso quienes temían a los perros, después de conocerlo, empezaron a sanar heridas del pasado”, dice la mujer de 29 años originaria de Hermosillo, Sonora, quien actualmente radica en Jalisco, y aclara que entre los posibles nombres para su hijo peludo perfilaba Tequila.
Llevaba un par de meses yendo a la oficina, cuando a Toto le dieron su gafete. Al ser Daniela diseñadora del área de comunicación de la Cineteca, empezaron a incluir a su mascota en dinámicas de redes sociales, por ejemplo, para San Valentín y Halloween.
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“En ese momento tenía sus redes inactivas, que eran más para familiares y amigos cercanos. Cuando llegó la edición 39 del Festival de Cine, en 2024, me comentaron: ‘Oye, quiero que Totito esté en la alfombra roja’, entonces le compré un smoking y su moño para que fuera de gala. Ante esa noticia, una de mis compañeras me sugirió reactivar su Instagram y no me pareció mala idea. Realmente no pensé que fuera a gustar tanto el contenido”, pormenoriza.
Una de las primeras figuras del mundo artístico con quien Toto se tomó foto fue el rapero y compositor español C. Tangana. Actualmente en su perfil, @totopos_world, también tiene otras capturas con el presentador mexicano Héctor Trejo y los actores Ruy Senderos y Diego Calva, este último conocido por protagonizar Babylon (2022) y El secreto del río (2024).
“LOS PERRITOS Y DEMÁS ANIMALITOS TIENEN UNA VOZ, AUNQUE NO PUEDAN HABLAR”
Y para la edición 2025 del FICG, la participación de Totopo no fue una excepción. En uno de los videos promocionales de la Cineteca se observa al canino ofreciendo información del evento cultural que se llevó a cabo del 6 al 14 de junio; gran parte de los comentarios fueron destinados al petfluencer de cuatro patas. “El más hermoso de los cinéfilos”, escribió una seguidora. “¿Estará en el Festival de Cine? Quiero saludarlo”, remató otra.
Aunque Toto es un micro pet influencer, por registrar cerca de 1,000 seguidores, ya ha colaborado con tiendas, algunas enfocadas en lociones para mascotas y chips localizadores, y hasta con el equipo de beisbol Charros de Jalisco. Sin embargo, en palabras de Daniela, solo aceptan colaboraciones con marcas locales y comprometidas a fin de contribuir a la economía circular.
“Hasta ahora no hemos tenido una colaboración pagada, solamente intercambio de producto por mención como pecheras, bandanas y champús. Lo que sí me fijo es que sean marcas locales y tengan los mismos valores que quiero transmitir como consumidora”, afirma.
Para su dueña, Totopo es más que un creador de contenido. Entendió que la historia de su border collie podía inspirar. Su perfil de Instagram, además de incluir videos y fotos de su vida cinéfila, también resulta un espacio de conciencia: ahí promueve la adopción responsable, apoya asociaciones como Mexicanes y Patitas de Ayuda, y participa en marchas en defensa del bienestar animal.
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“Queremos ayudar a la comunidad; los perritos y demás animalitos tienen una voz, aunque no puedan hablar. Mexicanes apoya a tres refugios diferentes en el área metropolitana de Guadalajara: Tlaquepaque, Tlajomulco y El Salto. La colaboración fue para invitar a donar. En tanto, Patitas de Ayuda es más específica a la raza de Toto, aunque de igual manera abarca otras. Con esa última asociación marchamos una vez al año, será nuestra segunda ocasión”, explica.

La diseñadora se refiere a la “Marcha Rose por los Border Collie”, una manifestación que busca generar conciencia sobre la responsabilidad que implica tener un perro de esta raza. “Es una de las más abandonadas porque son animales con muchísima energía, perros de trabajo que necesitan estar en constante actividad”, dilucida desde una videollamada.
Al final, deja claro que su intención no es volverse famosa ni monetizar su cariño. Lo único que desea es ayudar a través del contenido que juntos suben. Toto tiene ahora seis años y vive una vida plena. Su historia demuestra que incluso quienes comienzan en el abandono pueden encontrar un hogar y convertirse en luz para otros.
UN FENÓMENO SOCIAL EN ASCENSO
Además de Pepo y Toto, la tendencia de los petfluencers ha logrado llegar hasta el sitio Récord Guiness, como Nala Cat, una gatita famosa que obtuvo ese reconocimiento por ser la felina con más seguidores en Instagram: un total de 4 millones 215,466. Pero no es la única. Jiffpom, un pomerania color miel con apariencia de peluche, acumula 9 millones de seguidores en la misma plataforma, posicionándose como una de las mascotas más populares en internet.
Le sigue de cerca Doug the Pug, un carismático perro con 3.5 millones de seguidores, que ha posado junto a elencos de series como The Big Bang Theory y Stranger Things, y celebridades de la talla de Justin Bieber, Billie Eilish, Shakira, Dua Lipa, Joe Jonas y Dolly Parton. Incluso este amigo peludo de nariz chata fue nombrado por Forbes como la segunda mascota más influyente en 2018 y ganó dos premios People’s Choice Awards por Animal Star en 2019 y 2020.
De acuerdo con páginas de mercadotecnia, la tendencia de los petfluencers sigue en ascenso. A diferencia de los influencers (influentes) tradicionales, los animales no fingen ni actúan con estrategia. Su naturalidad encanta a la gente. Lo anterior, aunado a que cada vez menos personas quieren tener hijos. De acuerdo con el sitio Psychology Today, 72 por ciento de las mujeres millennials (nacidas entre 1981 y 1996) sin hijos afirman explícitamente que prefieren la compañía de su mascota a la de un niño.
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Los veterinarios tienen opiniones divididas sobre este fenómeno en cuestión. Algunos ven positivamente la influencia de estos perfiles para promover el cuidado responsable de mascotas y la educación sobre salud animal, especialmente entre audiencias más jóvenes. Otros, sin embargo, alertan sobre el riesgo de información falsa difundida por perfiles no especializados, así como de posibles casos de explotación animal cuando se antepone el contenido viral al bienestar de la mascota.
“Es importante que sus dueños manejen los cinco principios de bienestar animal, también conocidos como las ‘cinco libertades’, porque tienen un gran impacto en la opinión pública y pueden influir en la forma en que las personas perciben y tratan a los animales. Estas son: libertad de hambre y sed, libertad de incomodidad; de dolor, lesiones o enfermedad; libertad para expresar comportamientos naturales; y libertad de miedo y angustia”, explica a NW Noticias Paula Trejo, médica veterinaria y gerente de credibilidad en Mars Pet Nutrition México.
—¿Puede afectar la salud o el comportamiento del animal el hecho de ser expuestos constantemente a cámaras o situaciones poco comunes? —preguntamos.
—Depende de la educación que le haya dado su tutor o el tipo de contenido que graben, ya que el uso de luces, cámaras, sonidos fuertes y ambientes inusuales pueden llegar a genera estrés. Es importante conocer a tu mascota para detectar señales y así poder detenerse en el momento en que no se sienta cómoda.
“Toda actividad que incluya a la mascota debe incluir el cuidado de un veterinario. Estos profesionales los mantendrán informados de los avances tecnológicos y, por su puesto, ayudarán a controlar y aliviar los problemas de salud de sus animalitos”, concluye. N