En las últimas semanas, ha persistido a nivel internacional la tensión por una posible escalada en el conflicto armado entre Israel e Irán, así como la posible intervención de Estados Unidos y otras potencias mundiales, situación que ya repercute en el panorama económico mundial.
Si bien México ha mantenido una postura neutral, decisiones geopolíticas que se pudieran dar en esta guerra podrían influir en la cotidianidad de su ciudadanía. Por ejemplo, si Irán decidiera cerrar el paso de buques petroleros y/o de mercancía en el Estrecho de Hormuz, esto desencadenaría algunas de las siguientes implicaciones económicas:
- Incremento en el costo del barril de petróleo por encima de los $80 USD.
- Afectación en el precio de las gasolina: incremento de hasta $1 MXN.
- Aumento en el costo del gas natural.
- Incremento en el precio de la energía eléctrica.
Esta serie de incrementos influirían directamente en el costo de insumos básicos, alimentación y materia prima para la producción en diferentes sectores. No obstante, derivado de ello, las finanzas públicas tendrían un ingreso extraordinario, constituyendo así la única ventaja de este contexto.
“Este conflicto puede llevar a profundizar el incremento en la inflación que hemos observado en los últimos meses. Recordemos que para este año esperábamos que empezara a reducirse, lo que a su vez bajaría las tasas de interés, sin embargo, estamos viendo todo lo contrario desde enero a la fecha y, ante este panorama, los insumos podrían seguir incrementando” señaló la economista.
Finalmente, Viramontes advirtió la posibilidad de una recesión tanto a nivel nacional como a nivel internacional, en caso de continuar este contexto.