En los últimos años la irrupción de la inteligencia artificial (IA) ha transformado los entornos laborales a una velocidad vertiginosa. Pero esta revolución no se limita a los operativos: el impacto más profundo se está dando en los niveles de liderazgo. Ya no basta con experiencia o trayectoria; hoy las organizaciones buscan líderes con pensamiento crítico, criterio ético, apertura al cambio y una visión estratégica profundamente conectada con lo digital.
Andrea Montalvo, vocal de programas de Executive Education en el Consejo de Dirección del IESE Business School, una de las escuelas de negocios mejor posicionadas a escala global, lo resume de la siguiente manera: “Morimos de información; hay un exceso. El líder del presente debe saber filtrar, analizar y tomar decisiones con criterio. La inteligencia artificial no reemplaza al juicio humano, lo complementa”.
LÍDERES QUE PIENSAN MÁS ALLÁ DE LOS DATOS
En una era donde las decisiones pueden apoyarse en algoritmos y herramientas predictivas, se necesita una capacidad superior para cuestionar: ¿qué sesgos tiene esta información? ¿De dónde provienen los datos? ¿Qué se está quedando fuera del análisis?
—¿Para que las organizaciones sigan siendo competitivas en este nuevo mundo laboral, es fundamental que los líderes empresariales comprendan la IA? ¿Deben aprender a programar o basta con entender los conceptos clave? —preguntamos.
—Uno de los valores más buscados hoy en día no es saber programar, sino entender cómo se construyen los algoritmos, cómo se estructuran los modelos y qué impactos tienen en decisiones clave como la contratación de talento o la expansión de mercados.
Un ejemplo claro está en los procesos de selección mediados por IA. Si los algoritmos se entrenan con datos históricos dominados por hombres ingenieros, probablemente perpetuarán ese sesgo. “Te puedes estar perdiendo candidatos valiosos solo porque el algoritmo repite lo que funcionó en el pasado. Y nuestro futuro no es una réplica del pasado”, agrega la también ingeniera industrial en entrevista con Newsweek en Español.
DE LÍDERES SOLITARIOS A EQUIPOS CON VISIÓN COMPARTIDA
Otro gran cambio que plantea este nuevo paradigma es el modelo de liderazgo. El clásico perfil del “líder experto” está dando paso al líder colaborativo, capaz de rodearse de talentos diversos que lo complementen.
“Lo primero que debe hacer un líder moderno es ser honesto consigo mismo y reconocer sus carencias. No puede saberlo todo, pero sí debe construir equipos que lo complementen y ayuden a anticipar el futuro”, señala Montalvo.
En contextos tan cambiantes como el actual —marcados por tensiones comerciales, conflictos geopolíticos y transformaciones sectoriales—, el líder también debe ser adaptable, con disposición constante a aprender, cambiar de rumbo y asumir errores sin rigidez.
“Teníamos acuerdos como el T-MEC y parecía que con eso bastaba. Pero el día que alguien decide que se acabó, todo tu esfuerzo puede estar en riesgo. Los líderes deben pensar cómo diversificarse, no depender de un solo mercado”, enfatiza Andrea.
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Pese al avance tecnológico, las habilidades blandas (rasgos de carácter y competencias interpersonales) son más cruciales que nunca. Las empresas buscan líderes con empatía, ética, comunicación clara y capacidad de inspirar. Además, se valora que puedan moverse con soltura en ambientes intergeneracionales y multiculturales.
El liderazgo ya no es solo tener una carrera brillante o un MBA (un título de posgrado enfocado en administración y gestión de empresas), es mantener la mente abierta al aprendizaje constante. “Cada vez más los programas de formación ejecutiva se enfocan en habilidades específicas que pueden adquirirse y actualizarse a lo largo del tiempo, no solo al inicio de la carrera”, apunta la experta en temas de liderazgo.
¿SE NECESITA FORMACIÓN ACADÉMICA PARA LIDERAR?
La respuesta no es tajante. La vocal reconoce que muchos grandes líderes se han formado de manera autodidacta, como los emprendedores, pero advierte que una buena base académica sigue siendo valiosa.
“Tú puedes encontrarte muy buenos líderes que se han hecho a sí mismos. Pero reforzar ese camino con formación académica ayuda a construir un juicio más crítico. No sé si tiene que ser antes, durante o después de ser líder, pero sigue siendo importante”, apunta.
A través de programas específicos, el IESE ayuda a líderes empresariales y profesionales a desarrollar sus conocimientos y habilidades relacionadas con la inteligencia artificial, “un sector que está cambiando el mundo a través de sus innumerables aplicaciones en las empresas y la economía en general”, refiere la página del sitio.

De acuerdo con un artículo de Forbes, en México 80 por ciento de las empresas carece de líderes y solo 8 por ciento instrumenta programas de capacitación y entrenamiento directivo en sus equipos de trabajo. Esta falta de impulso al liderazgo impacta negativamente en la productividad y los resultados, reduciendo hasta en un 73 por ciento las expectativas de crecimiento en aquellas organizaciones que no priorizan este aspecto.
Las principales barreras que enfrentan las compañías para formar líderes son la falta de recursos económicos y de tiempo. Además, gran parte de la oferta actual en capacitación sigue enfocada en habilidades tradicionales, dejando de lado las competencias necesarias para enfrentar los desafíos de un entorno VUCA —un acrónimo que significa volátil, incierto, complejo y ambiguo—. N