La costa de Tijuana, un destino frecuentado por locales y turistas, se ha convertido en una zona de riesgo sanitario. Las autoridades municipales han lanzado una advertencia urgente: evitar ingresar al mar debido a la presencia de bacterias altamente contaminantes que comprometen la salud pública.
La Dirección de Protección al Ambiente, emitió una alerta tras los resultados del último monitoreo realizado por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris). El estudio reveló la presencia significativa de Enterococcus faecalis, una bacteria de origen fecal asociada a enfermedades gastrointestinales, infecciones en piel, ojos, oídos y hasta vías respiratorias.
Acordonamiento y vigilancia
Como medida preventiva, el Ayuntamiento de Tijuana ha acordonado zonas de playa y colocado señalizaciones que advierten sobre el riesgo. Las playas de la ciudad han sido oficialmente declaradas no aptas para uso recreativo y permanecerán bajo vigilancia hasta que nuevos análisis, programados para mayo, indiquen condiciones seguras.
“Estamos priorizando la salud de las y los tijuanenses. Ingresar al agua contaminada puede derivar en consecuencias graves para la salud”, señalaron voceros municipales.
Un problema crónico y creciente
La situación no es nueva, pero sí alarmante. Expertos ambientales advierten que la contaminación marina en la región ha sido agravada por descargas residuales, falta de infraestructura sanitaria y escasa vigilancia interinstitucional. El caso de Enterococcus faecalis no solo representa una alerta puntual, sino un síntoma de una crisis ambiental estructural en las costas del Pacífico norte mexicano.
Llamado a la corresponsabilidad
El gobierno municipal también ha pedido a la ciudadanía adoptar prácticas más responsables en el manejo de residuos y el cuidado del entorno costero, al tiempo que instan a evitar el contacto con el agua hasta nuevo aviso.
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Tijuana, que aspira a ser un polo turístico en la región, enfrenta ahora un desafío doble: proteger la salud pública sin descuidar su imagen ambiental. Mientras tanto, miles de residentes y visitantes deberán renunciar, al menos temporalmente, a disfrutar del mar. N