Indignados por el intento del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de apoderarse de Groenlandia, un grupo de activistas, recién llegados de una sesión de buceo en Filipinas, se reunió para tomar unas cervezas y, con la ayuda de la aplicación de inteligencia artificial china DeepSeek, ideó una petición satírica que proponía que Dinamarca le “comprara California” a Estados Unidos.
El activista de tecnología civil Xavier Dutoit, quien actualmente se encuentra en Filipinas, reveló a Newsweek que la idea surgió después de un encuentro casual en un bar. Él y algunos amigos escucharon “una discusión bastante molesta de un estadounidense seguidor de las ideas de Trump que no podía entender lo descabellada que es la propuesta de poseer Groenlandia”.
Dutoit añadió que, más tarde, mientras tomaban una cerveza esa noche, se le ocurrió la idea de una campaña que esperaba que “transmitiera la obscenidad del neocolonialismo”.
“A la mañana siguiente todavía me pareció divertido, involucré a DeepSeek y creé el sitio web”, reveló. “[DeepSeek es] sorprendentemente bueno escribiendo en el estilo de Trump”.
Lo que comenzó como una broma rápidamente cobró vida propia. La petición, titulada “Compremos California a Trump: la próxima gran aventura de Dinamarca”, pronto se volvió viral, cuenta con más de 245,000 firmas y la cifra sigue creciendo.
LA PETICIÓN SUGIERE QUE TRUMP PODRÍA ESTAR DISPUESTO A VENDERLE CALIFORNIA A DINAMARCA
“¡Compremos California a Donald Trump! Sí, has leído bien. California podría ser nuestra y necesitamos tu ayuda para que así sea”, dice la petición. La campaña tiene como objetivo recaudar un billón de dólares para adquirir el Golden State y promete llevar “hygge” [una palabra danesa que significa “valiente, comodidad, alegría”] a Hollywood, “carriles de bici a Beverly Hills” y “smørrebrød [pan de centeno con mantequilla] orgánico a cada esquina”.
Entre las propuestas audaces de la campaña se encuentra cambiar el nombre de Disneyland a “Hans Christian Andersenland” en honor al autor de “El traje nuevo del emperador” y “La sirenita”. El texto dice: “¿Mickey Mouse con un casco vikingo? Sí, por favor”.
La petición además sugiere que Trump podría estar dispuesto a llegar a un acuerdo, ya que “no es exactamente el mayor admirador de California”.
“Lo ha llamado ‘el estado más arruinado de la Unión’ y ha estado en conflicto con sus líderes durante años. Estamos bastante seguros de que estaría dispuesto a desprenderse de la entidad por el precio justo. Y, además, le regalaremos un suministro de por vida de pasteles daneses para endulzar el trato”, dice la petición.
“¿Y qué pasaría con la voluntad de los ciudadanos? Bueno, seamos realistas: ¿cuándo lo ha detenido eso? Si Trump quiere vender California, venderá California”.
Trump ha renovado su interés en que Estados Unidos adquiera Groenlandia, una isla semiautónoma que forma parte de Dinamarca y alberga una base de la Fuerza Espacial estadounidense.
LOS PASOS DE TRUMP TRAS LA ISLA DE GROENLANDIA
En una conferencia de prensa del 7 de enero, Trump dijo que Estados Unidos necesitaba la enorme isla rica en recursos por “propósitos de seguridad nacional”. La isla ártica, con una población de aproximadamente 56,000 habitantes, tiene un valor geopolítico significativo debido a su ubicación estratégica y sus abundantes recursos naturales.
El mes pasado, la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, se opuso a la sugerencia de Trump y afirmó que “Groenlandia pertenece a los groenlandeses”. El primer ministro de Groenlandia, Múte Egede, hizo eco de ese sentimiento y añadió que el uso del territorio de la isla era “asunto de Groenlandia”.
“Groenlandia es nuestra. No estamos en venta y nunca lo estaremos. No debemos perder nuestra larga lucha por la libertad”, dijo Egede a Reuters en diciembre.
Algunos legisladores republicanos apoyan al presidente estadounidense en su intento de adquirir Groenlandia. El martes pasado, el representante Buddy Carter, de Georgia, presentó una legislación que autoriza a Trump a negociar la compra de Groenlandia con Dinamarca y cambiar el nombre de la isla a “Tierra Roja, Blanca y Azul” si logra hacerlo.
No está claro cuánto apoyo tendrá el proyecto de ley de Carter.
Dutoit atribuyó a su campaña de “dinamarquización” el haber encendido las conversaciones políticas y llevado a los estadounidenses a pensar dos veces sobre la propuesta de Trump sobre Groenlandia.
“La gente está dejando de lado el ‘ja-ja gracioso’ y conectando la dinamarcación con cuestiones sobre el estado de la democracia, lo que es aceptable en política o cuántos californianos parecen estar muy descontentos con [Trump] y qué impacto político podría tener”, dijo Dutoit. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)