Con la amenaza arancelaria de Donald Trump en el horizonte y una crisis migratoria que sigue creciendo, México enfrenta el desafío de establecer un acuerdo con Estados Unidos para mantener un sistema ordenado de solicitud de asilo. Así lo advirtió Rafael Fernández de Castro, director del Centro de Estudios México-Estados Unidos (Usmex), durante un encuentro con empresarios de Coparmex Tijuana.
Ante un auditorio expectante en el Grand Hotel, Fernández de Castro hizo un llamado a la acción inmediata: “Para las regiones fronterizas y para el país entero, lo más conveniente es lograr una migración ordenada, legal y segura”. Sin embargo, la realidad es mucho más compleja.
El dilema de la población en movilidad
Miles de personas no migran por decisión propia, sino porque huyen de la violencia en sus países de origen o incluso de estados dentro de México. “Son personas que, si son deportadas, podrían perder la vida o caer en manos del crimen organizado”, explicó Fernández de Castro.
Es por ello que negociar un sistema de asilo justo y funcional con Washington es crucial. “No se trata solo de contener el flujo migratorio, sino de garantizar derechos humanos y seguridad para quienes realmente lo necesitan”, agregó.
La sombra de los aranceles y el ajedrez político
Pero la migración no es el único frente en esta relación binacional. La imposición de aranceles del 25% a productos mexicanos, una medida que Trump ha utilizado como ficha de presión en temas de seguridad y migración, también preocupa al sector empresarial.
“La relación con Estados Unidos en los próximos cuatro años va a ser una montaña rusa”, advirtió Fernández de Castro. “Habrá subidas y bajadas, así que más vale que nos preparemos para tiempos realmente complicados”.
En este escenario, el papel de la Secretaría de Economía y del Gobierno Federal será clave para renegociar estos aranceles y evitar represalias que impacten a la economía nacional. “El tiempo apremia y no podemos darnos el lujo de esperar”, concluyó.
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Mientras México se prepara para una nueva era de tensiones comerciales y políticas con su vecino del norte, la urgencia de definir estrategias claras y negociaciones efectivas es más evidente que nunca. N