La ola de violencias que sufren particularmente las mujeres en Aguascalientes se extiende incluso al ámbito laboral. El Colectivo Raíz de Aguascalientes en conjunto con el Observatorio de Violencia Social de Género de Aguascalientes y la Red de Mujeres Sindicalistas, están buscando diseñar un protocolo integral para atención de las violencias contra las mujeres trabajadoras.
Parte de ello es la elaboración de un diagnóstico, que arrojó resultados respecto a tipos de violencia y violentadores en centros de trabajo: los principales agresores son los compañeros(a) de trabajo, seguido por el patrón o jefe y, al mismo nivel se encuentran supervisor(a), coordinador(a) e incluso clientes.
La doctora Grecia Lorena Valencia, quien es miembro del Colectivo Raíz, explica que muchas de las mujeres en Aguascalientes ni siquiera identifican que están sobreviviendo a actos de violencia
“La violencia laboral es una de las más invisibilizadas. Tenemos trabajos extremadamente violentos, y mal pagados. Donde tenemos carencias alimenticias y no podemos lograr una calidad de vida” detalla, afirmando que hay una relación entre la violencia laboral que pueden sufrir ambos géneros y los altos índices de violencia familiar que prevalecen en el estado.
Sin embargo, el INEGI ya advertía a través de la Encuesta Nacional sobre Dinámicas de las Relaciones en los Hogares (2021) que 7 de cada 10 mujeres en Aguascalientes han experimentado al menos una situación de violencia a lo largo de su vida.
Con relación a la prevalencia de la violencia en el ámbito laboral, la entidad se encuentra en el quinto lugar a nivel nacional con mayor prevalencia a lo largo de la vida, y el segundo en los últimos 12 meses.
De las violencias más experimentadas durante el ejercicio de su trabajo económicamente remunerado es la discriminación, seguido por la violencia sexual, psicológica y física.
Cabe resaltar que en este diagnóstico, participaron más de 100 mujeres de diferentes municipios. Dentro de los resultados, el 29.8% de las trabajadoras declararon que en su lugar de trabajo se han sentido obligadas o les han impuesto cargas de trabajo que no son
posibles de cumplir, y el 50% comentan que es habitual que en su centro de trabajo se laboren horas extras. Además, el 42% lleva trabajo a casa, el 42.2% trabaja los fines de semana, el 50% dice tener una carga de trabajo superior a la establecida.
El 24.8% considera que su trabajo obstaculiza su atención médica y la principal razón es porque es muy difícil obtener permisos para asistir a citas médicas.
“Los principales malestares son dolores de cabeza derivados del estrés, con un 61%. Dolor musculo-esqueléticos con un 72%. Malestares gastrointestinales, derivados de la angustia, con un 52.4%. El 50.8% tiene falta de sueño. Esta imposibilidad de acudir al médico es algo sumamente alarmante”, explica Grecia Valencia.
Además, casi 3 de cada 10 (el 26%) de las mujeres comenta que le han limitado su desarrollo profesional para favorecer a algún hombre. Al mismo porcentaje la han humillado por ser mujer.
Más del 20% han sufrido violencia sexual de algun tipo.