Un trabajador sostiene una larva de escarabajo hércules (Dynastes hercules) en la finca Tierra Viva, ubicada en Tunja, departamento de Boyacá, Colombia. Estas larvas se nutren de los desechos orgánicos generados por miles de habitantes de Boyacá, lo que contribuye a la gestión de residuos sólidos, un desafío global que en este municipio colombiano está cerca del colapso.
Posteriormente, sus excrementos se comercializan como fertilizante natural para los agricultores de la región, con el objetivo de que dejen de usar fertilizantes químicos. (Luis Acosta / AFP) N