El obispo de Aguascalientes, Juan Espinoza Jiménez, calificó como una provocación hacia el catolicismo la escena presentada durante la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos París 2024, la cual ha sido interpretada por algunos sectores conservadores religiosos como una parodia de la Última Cena, la famosa pintura de Leonardo da Vinci.
Cuando se le preguntó si el Obispado de Aguascalientes emitiría un acto de desagravio por la polémica situación, el líder religioso descartó la necesidad de tal acción. Sin embargo, hizo un llamado a “grupos que exigen respeto” a actuar de la misma manera.
“Aunque haya habido una explicación de porqué se hizo esto, en el trasfondo creo que hay una intención clara y que es ideológica. Es muy respetable, pero así como muchos grupos exigen respeto, creo que deberían de respetar la parte que no piensan como ellos, en ningún momento se ha condenado o se han dicho cosas extremas hacia ellos” declaró.
A pesar de que Thomas Jolly, director artístico de la ceremonia, negó que la escena fuera una burla al cristianismo, argumentando que se trataba de un festival pagano relacionado con los dioses del olimpismo, el obispo Juan Espinoza Jiménez interpretó simbolismos que, en su opinión, demuestran que se trató de un acto de provocación.
“Después hubo una explicación sobre un cuadro que hace relación a la fiesta de los dioses, pero creo yo que, en el fondo, también había una provocación. Si uno ve todo el simbolismo que utilizaron, se ve que hay una provocación” sostuvo.
Durante la ceremonia de inauguración, específicamente en el segmento denominado “festividad”, se mostró a un grupo de personas reunidas alrededor de una larga mesa, incluyendo a drag queens, lo que ha sido interpretado por algunos como una representación ofensiva.