“Estamos convencidos de que hay manera de generar colaboraciones ganar-ganar entre los grandes corporativos y los startups. El gran corporativo tiene una escala que suele ser atractiva para la startup, pero carece de la innovación de éstas. Y el startup tiene todo lo contrario, tiene esa innovación pero carece de la escala de la gran empresa, afirma Santiago Sánchez Badía, maestro en Administración de Empresas por la Escuela de Kellogg de la Universidad de Northwestern. Apoyan y habilitan este intercambio de innovación y escala con diversas herramientas para que el corporativo sea más ágil en la adopción de tecnología y el startup más asertive en la solución de problemas reales.
Socio del fondo de venture capital B37 Ventures, con sede en San Francisco, California, Sánchez Badía explica que en B37 “utilizamos la inteligencia que derivamos de las interacciones entre los corporativos multinacionales con escala global que son inversionistas en B37 y startups a partir de la cual tomamos mejores decisiones de inversión en un activo que es sumamente riesgos.
-¿Desde esa plataforma, desde esa perspectiva, cómo estás viendo las cosas tanto en México que viene de concluir un proceso electoral y el próximo en EE.UU.?
Lo que vemos, -responde Santiago Sánchez Badía- es que la innovación no se detiene, no conoce de procesos electores ni de incertidumbre macroeconómica. Como inversionistas tenemos que encontrar la manera de balancear las coyunturas actuales con el potencial de largo y mediano plazo de estas tecnologías.
INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Dado el auge en inteligencia artificial, no podíamos perder la oportunidad de hacer pregunta expresa sobre el tema:
“Hoy estamos viendo que la inteligencia artificial está en boca de todos, siendo un área que sin duda todo el mundo está empezando a explorar y aprendiendo a utilizar. Por otro lado, estamos viendo que en muchas de estas pruebas por parte de las grandes empresas todavía no está claro el retorno de esas inversiones en la AI ni que se traduzcan en beneficios de productividad o de mayores ventas. A pesar de esto, nosotros consideramos que hacer pruebas controlados en problemas que cumplan con ciertas condiciones es el camino para familiarizarse con la tecnología y empezar a obtener beneficios de esta. Desde el punto de vista de las inversiones, nosotros estamos invertidos desde el 2018 en adelante en varias empresas que apalancan los factores subyacentes que detonan la AI ya que nuestra diferenciación es adelantarnos a estas tendencias y validar si son modas o tienen fundamentos de negocio para cambiar los paradigmas actuales.
-¿En qué etapa del startup tienen ustedes su ventaja competitiva?
Más allá del nombre o número de rondas, nosotros nos especializamos en la etapa donde el startup está definiendo su Product Market Fit, en donde se comprueba que efectivamente que el producto que este startup está desarrollando resuelve un problema real del mercado y entonces empieza a haber una demanda acelerada por estos servicios. Por muy obvio que parezca, nosotros insistimos en partir del problema del mercado que se busca solucionar y a partir de ahí desarrollar la tecnología y el producto. A partir de la inteligencia de las realidades y dimensiones del problema en conjunto con el punto de la curva exponencial donde se encuentre la tecnología podemos en dónde hay que enfocar esfuerzos para mejorar las probabilidades de éxito. Finalmente, estar siempre cerca del mercado facilita entender qué ajustes o pivoteos hay que hacer en la tecnología y el servicio para encontrar este product-market fit que detone el punto de inflexión en el crecimiento de una compañía.