La Secretaría de Hacienda y Crédito Público, como todos los años, emite los precriterios presupuestarios que dan lugar a la forma como deberán ser considerados los ingresos y egresos de México. El resultado debería ser tener un menor déficit presupuestal. Este último indica el grado de estrés, incertidumbre y la falta de planeación para controlar la forma como se distribuyen los diferentes rubros de los gastos programados dentro del desarrollo social y económico del país.
Los precriterios para 2025 ofrecen una serie de observaciones que dan lugar a muchas preguntas, incertidumbres y porqués. Esta primera información definirá al país en la próxima década. Al no tener una alternativa o continuidad de lo actual podría crearse un caos continuo y una falta de definición del rumbo del país. Ello debido a que lo que mueve los poderes en el país es una continua lucha de demostración, pero sin tener un consenso para dar un paso o salto a dar y poder ser una nación que realmente entienda cómo mejorar la vida de las personas en forma diaria y en el futuro.
Los precriterios ofrecen una semántica financiera a considerar, la cual podemos establecer en las siguientes líneas:
1. La deuda pública. Llámese al conjunto de dinero que debe el país y donde se incluye la deuda del gobierno federal, sector público y saldos históricos de los recursos financieros del sector público. Estos indican que en 2019 había una deuda de alrededor de 10.87 billones de pesos, y había un déficit presupuestal de 410,000 millones de pesos. En 2024 se espera que la deuda pueda llegar a los 16.86 billones, y un déficit presupuestal de 1.7 billones de pesos.
LA DEUDA HA CRECIDO DESPROPORCIONADAMENTE
Recordemos que este último es dinero que no hay forma de cubrir dentro de lo planeado, y se supone que debe ser cubierto por deuda, mayor recaudación de impuestos o alguna forma de obtener este peculio. Esto significa que, en los últimos seis años, la deuda creció un billón de pesos anualmente en promedio, y en cuatro veces el déficit presupuestal. La deuda pública en forma cómoda se puede medir como porcentaje del PIB, la cual ha fluctuado entre el 48 a un 50 por ciento, ¿pero no es acaso que el producto interno bruto se incrementa en cada año, y por eso hay un crecimiento? La deuda es la deuda en dineros, no en porcentajes.
2. ¿Esto es acaso bueno para el país? ¿No estará creándose en México un caos financiero en el corto plazo, al no haber más ingresos ante la falta de nueva inversión directa extranjera y que permita tener nuevos dineros adicionales al ingreso del país, al generar más impuestos por los negocios, empleos y todo lo que conlleva? No confunda a la IED, referente a la reinversión de utilidades o el dinero que manda a la matriz, debido a que esto solo son para en muchos de los casos mantener al negocio dentro del mercado.
¿QUÉ MÁS OFRECEN LOS PRECRITERIOS PRESUPUESTARIOS?
La deuda actual es casi dos veces el gasto del presupuesto de 2025. El gobierno debe continuar creando negocios o debe facilitar que otros arriesguen su dinero. Y debe generar flujos de efectivo circulantes en el país y obtener más ingresos para crear la infraestructura necesaria para el desarrollo económico del país. Por ende, es necesario reducir el gasto social y tener una mayor fuente de ingresos para las familias por medio del trabajo y contar con un mayor conocimiento para poder ser parte del salto.
3. Los precriterios de 2025 ofrecen una reducción del gasto del país comparado con el esperado en 2024, de alrededor de 480,000 millones de pesos, y es principalmente en el gasto programado, el cual incluye el desarrollo social y económico.
La pregunta que está en el aire es: ¿Dónde o por qué se reducirá esta cantidad de dinero? Y la respuesta dada por parte de la SHCP es que se debe a la contracción en el gasto no recurrente y que tuvo lugar en lo previsto en el presupuesto de este año. Pero este tipo de gastos se refieren a cualquier tipo de gasto que se hace una sola vez, y pueden ser gastos que vuelven a hacerse, pero no de manera periódica o constante.
¿Cuáles fueron esos gastos no recurrentes por más de 600,000 millones de pesos en 2024? ¿Qué se pagó en forma extraordinaria o gasto? Los programas sociales, la provisión de servicios públicos y el pago de obligaciones legales o contractuales según no están afectados para 2025, y de aquí no viene la variación.
MÉXICO NO PUEDE DEJAR DE DEPENDER DE LOS HIDROCARBUROS
4. Se confirma que México seguirá dependiendo en sus finanzas públicas de los hidrocarburos, y es ahí donde existe la hipocresía ambientalista legislativa debido a que la ley de ingresos depende de la cuestión petrolera, alrededor de 12-15 por ciento, al incluir la producción de los hidrocarburos, comercialización de sus derivados y la exportación de petróleo crudo a otros países, incluido el enviado a la refinería de Deer Park. Además, se tiene al mejor recaudador de impuestos que es Pemex, el cual, entre sus impuestos y derechos paga de acuerdo con la obligación que tiene dentro de la ley de ingresos. No es tiempo de sacar a Pemex de la ecuación ni al petróleo debido a que según seremos un país que producirá energía sin la necesidad de combustibles fósiles, ¿dónde está la congruencia?
Conclusión: el presupuesto, dentro de los precriterios de 2025, indican que la deuda pública aumentará debido a un incremento del déficit presupuestario y al no tener los ingresos necesarios para poder cubrir la totalidad del gasto de la nación. Y se mantiene el gasto programado, sin cambios extraordinarios.
Continuaremos exportando crudo, y dependeremos de los ingresos petroleros, forzando a Pemex a ser recaudador dentro de la ley de ingresos. Esto dará lugar a una incertidumbre de 2026 a 2036, al no tener un plan de nación real continuo transexenal de largo plazo y apostando a un gasto social mayor, pero menor en el desarrollo económico. N
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Ramsés Pech es analista y asesor de la industria energética y en economía. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.