El inicio de la psicosis se puede advertir antes de que ocurra utilizando una herramienta de aprendizaje automático que puede clasificar las exploraciones cerebrales de resonancia magnética en aquellos que están sanos y aquellos en riesgo de un episodio psicótico.
Un consorcio internacional, que incluyó a investigadores de la Universidad de Tokio, utilizó el clasificador para comparar escaneos de más de 2,000 personas de 21 ubicaciones globales. Alrededor de la mitad de los participantes habían sido identificados como clínicamente en alto riesgo de desarrollar psicosis.
Utilizando datos de entrenamiento, el clasificador fue 85 por ciento preciso a la hora de diferenciar entre las personas que no estaban en riesgo y las que más tarde experimentaron síntomas psicóticos manifiestos. Usando nuevos datos, tenía una precisión de 73 por ciento.
“Esta herramienta podría ser útil en entornos clínicos futuros, ello porque si bien la mayoría de las personas que experimentan psicosis se recuperan por completo, la intervención más temprana generalmente conduce a mejores resultados con menos impacto negativo en la vida”, indica el estudio.
UNA HERRAMIENTA DE APRENDIZAJE AUTOMÁTICO
Cualquiera podría experimentar un episodio psicótico. Este momento generalmente implica delirios, alucinaciones o pensamiento desorganizado. No hay una causa única, pero puede ser desencadenada por una enfermedad o lesión. Otras causas son los traumas, el consumo de drogas o alcohol, medicamentos o una predisposición genética.
“Aunque puede ser aterrador o inquietante, la psicosis es tratable y la mayoría de las personas se recuperan. La edad más común para un primer episodio es durante la adolescencia o la edad adulta temprana. Ello sucede porque el cerebro y el cuerpo están experimentando muchos cambios. Por ello puede ser difícil identificar a los jóvenes que necesitan ayuda”, añade el documento.
“A lo sumo, solo 30 por ciento de las personas clínicas de alto riesgo más tarde tienen síntomas psicóticos manifiestos. En tanto, 70 por ciento restante no”, explicó el profesor Shinsuke Koike de la Escuela de Posgrado de Artes y Ciencias de la Universidad de Tokio.
“Por lo tanto, los médicos necesitan ayuda para identificar a aquellos que tendrán síntomas psicóticos. Ello se logra utilizando signos subclínicos, como cambios en el pensamiento, el comportamiento y las emociones. Sin embargo también se deben usar algunos marcadores biológicos”.
El consorcio de investigadores ha trabajado juntos para crear una herramienta de aprendizaje automático que utiliza resonancias magnéticas del cerebro para identificar a las personas en riesgo de psicosis antes de que comience.
Estudios anteriores que utilizan la resonancia magnética cerebral han sugerido que las diferencias estructurales se producen en el cerebro después del inicio de la psicosis. Sin embargo, esta es la primera vez que se identifican diferencias en el cerebro de aquellos que están en muy alto riesgo pero aún no experimentan psicosis.
PARTICIPANTES CON ALTO RIESGO DE PSICOSIS
Según Koike, la investigación de la resonancia magnética en los trastornos psicóticos puede ser difícil porque las variaciones en el desarrollo del cerebro y en las máquinas de resonancia magnética hacen que sea difícil obtener resultados muy precisos y comparables. Además, con los jóvenes, puede ser difícil diferenciar entre los cambios que están teniendo lugar debido al desarrollo típico y los que se deben a una enfermedad mental.
Los participantes se dividieron en tres grupos de personas con alto riesgo clínico: aquellos que más tarde desarrollaron psicosis; aquellos que no desarrollaron psicosis; y personas con un estado de seguimiento incierto. Fueron 1,165 personas en total para los tres grupos. Hubo un cuarto grupo de controles saludables para la comparación (1,029 personas).
Usando los escaneos, los investigadores entrenaron un algoritmo de aprendizaje automático para identificar patrones en la anatomía cerebral de los participantes. De estos cuatro grupos, los investigadores utilizaron el algoritmo para clasificar a los participantes en dos grupos principales de interés. Es decir, los controles sanos y los de alto riesgo que más tarde desarrollaron síntomas psicóticos manifiestos.
En el entrenamiento, la herramienta fue 85 por ciento precisa en la clasificación de los resultados. En tanto, en la prueba final, utilizando nuevos datos, fue 73 por ciento precisa en la predicción de qué participantes tenían un alto riesgo de aparición de psicosis.
Sobre la base de los resultados, el equipo considera que proporcionar resonancias magnéticas del cerebro para las personas identificadas como de riesgo clínicamente alto puede ser útil para predecir el inicio futuro de la psicosis. N