De unos pocos años atrás, el hoy en boga, Valle de Guadalupe BC, ha experimentado un creciente auge tanto a nivel nacional e internacional. El valle de Guadalupe o como se le conoce hoy “La ruta del vino”, (no confundir con la antigua ruta del vino que es en San Vicente, al sur de Ensenada, donde se estableció la prestigiada Casa de vinos Santo Tomas en 1,888) , como es sabido, tiene un mini clima mediterráneo muy similar al del sur de Francia, por lo cual además, de su tierra, es muy propicio para el cultivo de la uva y el olivo, tiene también características orográficas muy similares a la Toscana Italiana. El Valle ha experimentado una trascendente evolución desde sus inicios, allá por 1834. Hace unos 20 años la principales vinícolas eran además de la pionera Santo Tomas, Cetto, Domecq, Monte Xanic y aquellos que trabajaban cultivos de uva se la vendían a dichas vinaterías o como se les dice “ las grandes” , esto ha ido cambiando y muchos de los que antes cultivaban y vendían la uva, ahora se han dado a la tarea de hacer su propio vino, además de que existe una moda de que personajes de la ciudad, sin historial de viñateros, de repente les da por elaborar vinos.. El Valle de tener apenas unas 5 vinaterías hace escasos 30 años, hoy junto con la antigua ruta del vino, posee aprox 160 vinaterías, si comparamos con el icónico Napa Valley allá, son más de 1,000. Actualmente el Valle y sobre todo las grandes vinícolas, arriba mencionadas,. producen el 90% del consume nacional. Pues bien hoy en día, el Valle, además de la expansión que ha tenido en cuanto a vinateras, también es ya un producto turístico, ya es generalizado en la mayoría de las 160 vinateras, ofrecer el concepto de “wine testing” . Hoy en día además de vino y aceite de oliva, el Valle ofrece hotelería, gastronomía, cerveza artesanal, y hasta eventos musicales, sin embargo como todo, debido a su crecimiento y el incipiente número de novatos que se incorporaron a la industria y arte de elaborar vino, el Valle entró en una peligrosa ruta de no ofrecer siempre productos y servicios de calidad al cliente, pues además de falta de servicios y de higiene en varias vinaterías y restaurantes, el Valle poseía contados verdaderos enólogos, en relación a la cantidad de vinaterías que se han ido estableciendo, hay enólogos, Magoni , Victor Torres Alegre , Laura Zamora , Hugo´D Acosta muy reconocidos, (este último fundo una escuela en el Valle para producir vinos ) que pueden garantizar calidad, los limitados enólogos, auténticos, se daban a la tarea de atender varias vitivinícolas simultáneamente , afortunadamente está surgiendo ya una nueva generación de enólogos de calidad y ya hay una tendencia a que las numerosas vinateras están produciendo ya buenos vinos. El Valle tiene 4 comunidades alrededor de las cuales están asentados las vinaterías ; El Porvenir, Francisco Zarco, San Antonio de las Minas, y el área rumbo a Tecate viniendo de Ensenada, (el original valle de Guadalupe),
Por otro lado el gobierno de Estado , mediante la secretaria de Turismo, hasta hace unos 15 años empezó a empaquetar el producto, llamándolo “Ruta del vino”, ofertándolo, invirtiendo en carreteras, (aun le falta mucho apoyo del gobierno federal, véase el estado caótico de los entronques de la carretera libre Tijuana- Ensenada a la de cuota, como Cantamar, La Mision), construyo el “Museo del vino”, elaborando mapas, señalamientos , pero le hace falta todavía implementar reglas de higiene , servicios médicos, de horarios , regularizar permisos de venta de alcohol, además del vino. En resumen, el valle de ha convertido en un importante destino turístico nacional e internacional, pero debido a que su desarrollo ha sido desorganizado, presenta una diversidad de calidades, tanto en el producto como en los servicios, y hasta fechas recientes se está poniendo orden; el Valle es un hermoso y poderoso recurso que poseemos, por lo cual hay que cuidarlo, ah! y sobre todo dotarlo de agua.. N