En Argentina, este domingo 19 de noviembre serán los indecisos quienes tengan el voto clave en las elecciones presidenciales que es disputada por el ultraderechista Javier Milei y el actual ministro de Economía, Sergio Massa. Tal es el caso de la veterinaria Diana Del Río, quien se siente ansiosa por la decisión que tomará en la votación de este domingo. Ante la falta de opciones, piensa que votará en blanco.
“Me parte el corazón porque no me parece bien, pero voy a votar en blanco porque no me gusta ninguno de los dos candidatos”, dijo a la AFP esta mujer de 62 años. “Uno me parece un desquiciado irrespetuoso y el otro no me parece buena persona. Conocemos su accionar de hace muchos años, me parece irrespetuoso desde otro punto distinto”, señaló.
ARGENTINA, ENTRE MASSA Y MILEI
En medio de su peor crisis económica en décadas, Argentina optará por Massa, en cuya gestión la inflación anualizada llegó a 143 por ciento y la pobreza a 40 por ciento, o por un ultraderechista como Javier Milei, que promete eliminar el Banco Central y dolarizar la economía.
“Muchos se ven sin alternativa. Hay un importante grupo de electores que siente mucho rechazo por ambos candidatos. Ellos pueden ser decisivos”, opinó Benjamín Gedan, director del Proyecto Argentina en el Wilson Center de Washington.
Las encuestas apuntan a un empate técnico entre los dos aspirantes, y en ese panorama las decisiones de último momento serán cruciales. “El país está dividido mitad y mitad. Yo voy a tomar la decisión en el último momento, después de haber sacado todas mis calculadoras”, refirió Ernesto Velásquez, un empleado en informática de 41 años.
La politóloga Belén Amadeo, de la Universidad de Buenos Aires, explica que el amplio universo de los indecisos surge de la derrota de la conservadora Patricia Bullrich, de la coalición de centro-derecha Juntos por el Cambio, que en la primera vuelta del 22 de octubre sacó 24 por ciento de los votos, frente a 37 por ciento de Massa y 30 por ciento de Milei.
ARGENTINA VA A ELECCIONES PRESIDENCIALES CON DESAGRADO
“Toda esa gente se desarticula. Hay un tercio de la población que no sabe por quién votar”, explicó a la AFP, al referirse a los votantes de Juntos por el Cambio. El panorama para el balotaje es ahora el de “minorías que se enfrentan, y mucha gente angustiada por su elección”, dijo Amadeo. Un indeciso suele sentir que su elección es la mejor entre dos malas opciones.
Hay quienes han decidido ya su voto, aunque con desagrado. Uno de ellos es Pablo Rivera, de 55 años, quien desde hace 30 mantiene un puesto de venta de flores en la calle, aunque ha perdido a varios de sus clientes que ya no se permiten pequeños lujos como comprarle un ramo.
“Si voto, voto a Milei, porque Massa es impresentable, pero tampoco me gustaría votarlo a Milei. Es una vergüenza este país”, afirmó Rivera en el elegante barrio de Recoleta.
SENTIMIENTOS DE ENOJO Y MIEDO
La campaña de cara a las votaciones presidenciales en Argentina osciló entre los sentimientos de enojo hacia la política tradicional que representa Massa y de miedo por los planteamientos disruptivos de Milei, que se ha mostrado a favor de la venta libre de armas y llegó incluso a declarar que la oferta de órganos humanos puede constituir “un nuevo mercado”.
“Estamos ante una de las campañas más agresivas que he presenciado, y la sociedad se ha polarizado todavía más”, dijo a la AFP Paola Zubán, directora de la consultora Zubán, Córdoba y Asociados, quien prevé un resultado muy reñido. “Será una elección voto a voto”, señaló Zubán.
Tercera economía de América Latina, históricamente la sociedad argentina se ha enorgullecido de su extensa clase media. Pero hace ya más de una década que la economía no crece, y en cambio la pobreza ha aumentado. Argentina está endeudada con el Fondo Monetario Internacional a través de un programa crediticio por 44,000 millones de dólares que le exige una importante reducción del déficit fiscal.
Para esta elección, que es de asistencia obligatoria, están inscritas en el padrón 35,8 millones personas. La votación se llevará a cabo entre las 08:00 (11:00 GMT) y las 18:00 (21:00 GMT). El nuevo presidente debe asumir el 10 de diciembre por un periodo de cuatro años. N
(Con información de AFP)