Un leal perro pasó más de un año fuera de un hospital esperando el regreso de su dueño fallecido. La Animal Kingdom Foundation (AKF), organización benéfica de bienestar animal con sede en Filipinas, dice que el animal, llamado Morgan, esperó día y noche fuera del Hospital Universitario Central de Manila, en Caloocan, después de que su dueño ingresó el año pasado con diagnóstico de covid-19.
Lamentablemente, su compañero humano falleció, pero Morganpermaneció allí a la espera y, de alguna manera, tal vez deseaba, contra toda esperanza, que su amigo regresaría eventualmente. “La familia intentó llevarse a Morgan a casa, pero él siempre volvía al hospital”, dijo un portavoz de AKF a Newsweek.
Cada uno llora la pérdida de un ser querido de manera diferente, y lo mismo ocurre con los perros. En 2022, en un estudio publicado en Scientific Reports, 426 dueños de mascotas completaron un cuestionario sobre cómo su perro lloraba la pérdida de otro canino que alguna vez fue parte de su hogar.
Los resultados mostraron que 86 por ciento de los propietarios presenciaron cambios de comportamiento en sus perros supervivientes tras la muerte de un compañero canino.
Se informó que estos perros jugaban y comían menos; pasaban más tiempo dormidos y buscaban mayor atención de su amo. Se descubrió que este tipo de reacción fue particularmente fuerte entre los perros supervivientes que habían desarrollado un fuerte vínculo con el canino recién fallecido.
¿MORGAN SUPO QUE SU AMO MURIÓ?
Los científicos detrás del estudio finalmente concluyeron que este tipo de reacción tiene como origen el hecho de que el perro sobreviviente había sentido que había perdido una figura de apego en sus vidas y, con ella, la seguridad que les había brindado.
Es difícil saber con certeza si Morgan se percató, en algún nivel, de que su dueño se había ido. Cualquiera que sea el caso, el animal se mantuvo leal a su amigo humano de una manera que solo un perro puede hacerlo.
Aunque la muerte del dueño dejó al perro solo, este rápidamente encontró atención y apoyo de la comunidad de médicos, estudiantes, representantes médicos, guardias y personal del hospital que le dieron comida y agua.
“Lo alimentaron, y era sociable, activo y amigable con el personal, por lo que hicieron todo lo posible por cuidarlo”, dijo el portavoz de la AKF. “Se aseguraron de no denunciar a Morgan por temor a que lo recogieran y lo llevaran a la perrera [donde le aplicarían la eutanasia]”.
El personal terminó bautizándolo como Morgan porque “siempre lo encontraban en el hospital cerca de la morgue”. Finalmente, alguien decidió que el leal perro necesitaba una solución a más largo plazo, por lo que se puso en contacto con el personal de Animal Kingdom Foundation, que acudió a ayudar.
“Los perros que rescatamos son en su mayoría abandonados, víctimas de crueldad y maltrato, y especialmente de la lucha contra el comercio de carne de perro en el país”, afirmó el AKF.
UN PERRO LEAL BUSCA CASA
“Recibimos un informe de un representante de ventas que visita con frecuencia el hospital. Ella alimentaba a Morgan y conocía al perro por las historias del personal y los guardias”.
Aunque el personal del hospital extrañará al perro, estaban felices de verlo seguir adelante con su vida y, con suerte, comenzar un capítulo completamente nuevo.
Morgan se está recuperando en el Centro de Rescate y Rehabilitación de AKF en Capas, Tarlac. Está ganando peso gradualmente, está al día con sus vacunas y está previsto que lo esterilicen antes de darlo en adopción.
Ansiosos por compartir su historia con la esperanza de encontrarle un nuevo hogar para siempre, la AKF compartió una publicación en Facebook, donde detalló la vida del leal perro hasta el momento. “Por favor, ayuda a Morgan a ser feliz otra vez”, se lee. “Se lo merece. Por favor, comparte un poco de amor con un leal amigo peludo”.
Desde que hicieron la publicación, varios posibles dueños se han puesto en contacto con la Animal Kingdom Foundation deseosos de adoptar a Morgan, el perro más leal que jamás conocerán.
Su historia es un recordatorio de lo afectuosas que pueden ser las mascotas y del hecho de que realmente nos ven como su familia. La esperanza ahora es que Morgan tenga una segunda oportunidad en la vida y la posibilidad de volver a ser parte de una familia. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)