Los monos machos con frecuencia montan a otros monos del mismo sexo y, en algunos casos, con más frecuencia de lo que tienen sexo con las hembras. El comportamiento sexual entre ejemplares del mismo sexo (same-sex sexual behavior, o SSB) en macacos Rhesus parece ser extremadamente común e incluso mejora los resultados reproductivos de la población.
Lo anterior se desprende de un estudio publicado en la revista científica Nature Ecology and Evolution, el 10 de julio. Los autores encontraron que, de un grupo de 236 macacos Rhesus, 72 por ciento de los machos participaban en montas con monos del mismo sexo, en comparación con 46 por ciento que intentaba montar hembras.
“Observamos alrededor de 250 machos, y 72 por ciento de ellos participó en montas entre el mismo sexo. La mayoría de ellos eran bisexuales“, dijo Vincent Savolainen a Newsweek. Él es coautor del artículo y director del Centro Georgina Mace para el Planeta Vivo en el Imperial College de Londres.
En el artículo, los autores describen cómo estudiaron a estos 236 machos dentro de una colonia de 1,700 macacos Rhesus que viven en estado salvaje en la isla de Cayo Santiago, en Puerto Rico, y registraron todos los intentos de montajes sexuales.
EL SEXO HACE MÁS UNIDOS A LOS MONOS MACHOS
Descubrieron que los machos que tenían contacto sexual entre ellos mismos tenían más probabilidades de apoyarse mutuamente en los conflictos, lo que demuestra que el SSB se correlacionó fuertemente con los ‘lazos de coalición’.
“[Este comportamiento fue] más común en los machos de los macacos Rhesus, [pero] en otra especie relacionada, los macacos japoneses, el comportamiento homosexual es más común en las hembras”, dijo Savolainen.
Hay una amplia gama de otras especies que se han visto copular con miembros del mismo sexo, desde albatros y delfines hasta bisontes y morsas. Un estudio sobre jirafas halló que hasta el 94 por ciento de los incidentes de montaje observados ocurrieron entre dos machos.
Los autores del estudio también encontraron que este SSB se transmitía de generación a generación, ya que los datos de pedigrí revelaron que el comportamiento era hereditario en 6.4 por ciento.
Esto significa que la selección natural puede interferir en la aparición del rasgo y, por lo tanto, evolucionar hacia la existencia, en lugar de ser solo un comportamiento aleatorio.
“El comportamiento sexual entre miembros del mismo sexo está muy extendido en los vertebrados, pero nuestro caso de estudio es único porque tuvimos acceso a un pedigrí de la década de 1950. Entonces, pudimos demostrar, por primera vez en vertebrados no humanos, que era heredable a cierto grado: es decir, el comportamiento sexual entre miembros del mismo sexo tiene una base genética en estos monos”, dijo Savolainen.
EL COMPORTAMIENTO HOMOSEXUAL Y LA GENÉTICA
Por lo tanto, esta es la primera evidencia de que existe un vínculo genético en el comportamiento homosexual de los primates no humanos. “Estos hallazgos respaldan los argumentos en contra de la idea de que el SBB ‘desafía a la naturaleza y a la evolución’ (la llamada ‘paradoja darwiniana’)”, se lee en un comunicado de los autores.
Los autores dijeron que descubrieron que ser un “montador” o un “montado” también es hereditario. Agregaron que estos roles no se correlacionaron de ninguna manera con la posición social de los machos dentro del grupo.
Los autores asimismo encontraron que este SSB puede ser beneficioso para los resultados reproductivos del grupo, en lugar de resultar en menos descendencia. “Encontramos una tendencia positiva entre la cantidad de comportamiento sociosexual entre miembros del mismo sexo y la cantidad de descendientes a nivel de población, aunque no significativa.
“También hallamos que las parejas sexuales masculinas predijeron significativamente las asociaciones coalicionales, por lo que creemos que esto a su vez les da una ventaja y aumentó el acceso a las hembras reproductoras”, dijo Savolainen.
Los autores desaconsejan extrapolar sus resultados a otras especies. Sin embargo, dicen que este estudio, por lo tanto, desafía la idea de que el comportamiento sexual entre el mismo sexo sea raro, o aberrante, en los animales. Los resultados muestran que puede evolucionar adaptativamente en poblaciones y mejorar la aptitud evolutiva de una población.
LA HOMOSEXUALIDAD NO TIENE NADA DE ANTINATURAL
“Desafortunadamente, todavía existe la creencia entre algunas personas de que el comportamiento sexual entre personas del mismo sexo es ‘antinatural’ y, lamentablemente, algunos países todavía imponen la pena de muerte por homosexualidad”, dijo Savolainen en el comunicado.
“Nuestra investigación muestra que el SSB está muy extendido entre los animales no humanos. Nuestra misión es avanzar en la comprensión científica del comportamiento sexual entre miembros el mismo sexo, incluida la exploración de los beneficios que aporta a la naturaleza y dentro de las sociedades animales”, añadió.
Y agregó: “Entre los macacos que observamos en este estudio, más de dos tercios mostraron un comportamiento entre miembros del mismo sexo y esta conducta fortaleció los lazos dentro de la comunidad”.
Los autores esperan estudiar más a fondo el SSB y sus orígenes genéticos en otros grupos de primates en los que parece ser frecuente, para descubrir si es, de hecho, una característica que evolucionó comúnmente en la ecología reproductiva de los primates. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)