¿Sabías que aproximadamente 4.5 millones de muertes prematuras al año en todo el mundo se atribuyen a la contaminación atmosférica provocada por la quema de combustibles fósiles? Se trata de un dato que muy pocas personas conocen, pero que debe ser sumamente preocupante para todos los seres humanos, quienes diariamente convivimos con una alta cantidad de contaminantes presentes en el medioambiente.
Con lo anterior, la inversión en fuentes limpias de energía cobra un sentido de urgencia, sobre todo, en una sociedad en la que se han aumentado los compromisos mundiales con la reducción de emisiones de carbono como en la Conferencia Mundial de la ONU, COP27. Esta nos responsabiliza para crear una hoja de ruta clara y conjunta, teniendo como prioridad el adecuado desarrollo de los mexicanos, para quienes es imperante la necesidad de mantener nuestra salud como eje transversal.
Por ejemplo, una alta exposición a la contaminación por partículas finas inhalables (PM 2.5) puede llegar a provocar diferentes problemas de salud, como infecciones respiratorias (cuyos síntomas agudos pueden persistir por un periodo prolongado y se exacerban con otros padecimientos), enfermedades cardiacas, derrames cerebrales, cáncer e, incluso, demencia.
La mayoría de estas partículas se forman en la atmósfera como resultado de reacciones complejas entre productos químicos contaminantes, emitidos desde todo tipo de lugares, como centrales eléctricas, industrias y automóviles.
Esto sucede debido a que, actualmente, el 80 por ciento de la demanda de energía en el mundo se satisface mediante la generación de combustibles fósiles, produciendo contaminación que representa costos superiores a los 2,900 millones de dólares al año, aproximadamente un 3.3 por ciento del PIB mundial.
LA FACTURA LA PAGA EL MEDIOAMBIENTE
A este costo económico es al que se llega al tener en cuenta la concentración de contaminantes, el tamaño de las poblaciones y el gasto alcanzado por los sistemas sanitarios.
Pero la reducción en el uso de este tipo de sustancia y generación de contaminantes no nos afecta únicamente a nosotros, sino también a todo el entorno que nos rodea, impactando especialmente al medio ambiente, a sus distintos ecosistemas y los que habitan en ellos.
Por eso resulta importante y viable invertir en la creación de sistemas de energía sostenibles para el futuro, donde todos, tanto gobierno como sociedad y empresas, participemos activamente, entendiendo que cada uno de estos datos representa una oportunidad para acelerar el cambio.
En México, por ejemplo, hoy ya contamos con los recursos para impulsar y promover la transición energética hacia energías renovables, para no solo contrarrestar la crisis climática, sino también contribuir a mejorar la salud y calidad de vida de la población.
Aunque el camino por recorrer aún es largo, el futuro es positivo y las alternativas saludables cada vez son más asequibles. La oportunidad de impulsar un cambio que nos beneficie a todos está hoy más presente que nunca. Depende de nosotros el lograrlo, ya que el cuidado del medioambiente no es una cuestión de moda, sino un objetivo en el que todos debemos poner nuestro esfuerzo para cumplirlo y, así, asegurar la salud de todos. N
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Nidia Vivar es especialista de la Unidad de Medioambiente, Arqueología y Biodiversidad de Enel México. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad de la autora.