Durante mucho tiempo el mundo de la nutrición creyó que el conteo de calorías en los alimentos era la clave para bajar de peso. De hecho, aún existen médicos y nutricionistas que enfocan su tratamiento en este método.
Sin embargo, hoy sabemos que las calorías no son lo más importante para lograr una salud óptima y un peso estable, ya que las unidades de energía que ingerimos son distintas y dependen de si provienen de grasas, proteínas o carbohidratos.
Cada alimento crea en nuestro organismo una respuesta hormonal y química según su composición nutricional. Por eso, cuidarse de las calorías sin importar si son de carbohidratos, azúcares, comida procesada, proteínas o grasas es una pérdida de tiempo.
Existen varias razones por las que subimos de peso: exceso de calorías, desbalance hormonal, exceso de comida procesada y alta en azúcar, problemas de tiroides, desbalances de cortisol y adrenales. Por eso, cuando busquemos bajar de peso debemos identificar qué está provocando el aumento de peso en nuestro organismo y atacar la causa.
INGESTA ALTA DE GLUCOSA
Una razón por la que la comida nos hace subir de peso sin consumir un exceso de calorías es la ingesta alta de glucosa. Cada vez que comemos carbohidratos (pan, tortilla, arroz, fruta, etcétera) se eleva el azúcar en la sangre, la insulina sale del páncreas para tomar esa azúcar y transportarla al hígado o al músculo y almacenarla como fuente de energía para el momento que lo necesite el cuerpo.
Ahora bien, ¿qué tanta insulina guarda el alimento como grasa? Eso depende de qué tanto eleves el azúcar en la sangre, es decir, de qué comiste para que esta insulina se eleve o no. Los azúcares refinados y carbohidratos (avena, arroz, tortilla) son los que más elevan el azúcar en la sangre y, por ende, la insulina.
Por ello, siempre se recomienda que acompañes tus alimentos con fibra, grasa o proteína para que el pico de glucosa no sea tan alto y, por ende, la insulina tampoco se eleve tanto y ese alimento no se acumule en forma de grasa.
¿QUÉ HACER PARA BAJAR DE PESO?
- Cuida la calidad de tus alimentos. Evita comida procesada, azúcar y conservadores.
- Procura siempre empezar la comida por una buena fuente de fibra, después proteína y grasa y, al final, carbohidratos (tortilla, postre, fruta, pan, arroz, etcétera).
- Vigila la cantidad de lo que comes. Ni mucho, ni poco, lo suficiente y adecuado.
- Duerme y descansa para regenerar hormonas.
- Mantente en movimiento y bebe suficiente agua. N
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Jessica Nasser es licenciada en nutrición clínica por la Universidad Anáhuac y diplomada en nutrición vegetariana por el Instituto de Ciencias de Nutrición y Salud de España. Síguela en Instagram. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad de la autora.
