El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, solicitó directamente el miércoles 21 de diciembre un respaldo estadounidense de largo plazo en el marco de su primera visita internacional desde el inicio de la invasión rusa, y dijo que la ayuda de Estados Unidos no ha sido “caridad” y mantiene a su país “vivo y coleando”.
Trescientos días después de que el líder ruso Vladimir Putin atacó a Ucrania esperando una conquista rápida, Zelenski disfrutó de una bienvenida de héroe en el marco de una rutilante visita a Washington, donde el presidente Joe Biden comprometió cerca de 1,800 millones de dólares en suministros militares, incluyendo por primera vez el sistema de misiles de defensa Patriot.
Zelenski, cuya destreza mediática y carácter fuerte han contribuido favorablemente en la opinión internacional, portó sus ya tradicionales prendas militares mientras se reunió con Biden en la Casa Blanca y en su intervención en el Congreso, donde entregó una bandera ucraniana recién llegada del campo de batalla. En momentos en que el Congreso ultima un nuevo paquete de ayuda por 45,000 millones de dólares, Zelenski expresó gratitud y dijo que el nuevo año marcará un “punto de inflexión” en la lucha contra Rusia.
“Contra todos los pronósticos y todos los escenarios planteados”, dijo Zelenski en un discurso ovacionado de pie, “Ucrania sigue viva y coleando”.
“Su dinero no es caridad. Es una inversión en la seguridad global y la democracia que manejaremos de la manera más responsable”, prometió Zelenski.
La presidenta de la Cámara de Representantes, quien dio la bienvenida a Zelenski en uno de sus últimos actos antes de que los republicanos asuman el control, comparó el discurso del mandatario ucraniano con el que dio en época de Navidad el primer ministro inglés Winston Churchill, en 1941, días después del ataque a Pearl Harbor.
Siguiendo el simil, Zelenski comparó a las fuerzas ucranianas con las estadounidenses en los frentes de la Segunda Guerra Mundial y de la Guerra de Independencia, y dijo que los rusos “queman y destruyen todo” de una manera “similar a la tiranía” de Hitler.
“Ucrania mantiene sus líneas y nunca se rendirá”, dijo Zelenski entre aplausos.
Ucrania goza de un amplio respaldo en Estados Unidos, pero varios republicanos de derecha radical se han mostrado críticos al considerar que la ayuda representa regalar el dinero de los contribuyentes.
PRIMER ENCUENTRO ENTRE BIDEN Y VOLODÍMIR ZELENSKI
Kevin McCarthy, el llamado a convertirse en el próximo presidente de la Cámara de Representantes el próximo mes tras la estrecha victoria republicana en las elecciones, ha advertido que no le dará un “cheque en blanco” a Ucrania. Un comentario visto como un intento por apaciguar al ala de derecha. Biden, que portaba una corbata con los colores azul y amarillo de la bandera de Ucrania, puso su mano amistosamente sobre el hombro de Zelenski en el que fue su primer encuentro en persona desde que empezó la guerra. “Nunca estarán solos”, le dijo Biden en una conferencia de prensa conjunta.
“El pueblo estadounidense está con ustedes en cada paso del camino y estaremos con ustedes por el tiempo que sea necesario. Vamos a seguir reforzando la capacidad de Ucrania para defenderse, en particular la defensa aérea”, dijo Biden a Zelenski sentados junto a la chimenea del Salón Oval.
El sistema antimisiles Patriot, que Estados Unidos va a enviar a Ucrania, “va a reforzar de manera significativa” la defensa ucraniana contra los ataques rusos”.
“Es un sistema defensivo”, subrayó el presidente Biden. “No es una medida de escalada, es defensivo”, insistió.
El 1 de septiembre de 2021, Zelenski ya había sido recibido la Casa Blanca por Biden, que le prometió respaldo ante la amenaza que representaba entonces la vecina Rusia.
LOS COMBATES SIGUEN HACIENDO ESTRAGOS
Por su lado, el presidente ruso, Vladimir Putin, se comprometió el miércoles a incrementar las capacidades de su ejército y su potencial nuclear, al tiempo que renunciaba a cualquier responsabilidad en la “tragedia común” ucraniana. En un discurso ante altos mandos militares, Putin también anunció la entrada en servicio “a inicios de enero” de los nuevos misiles supersónicos de crucero Zircon y dijo que aumentará los efectivos del ejército a 1.5 millones de soldados.
El ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigu, dijo el miércoles que las tropas rusas combatían “las fuerzas combinadas de Occidente” y reveló que Moscú tenía la intención de instalar bases de apoyo a su flota en Mariúpol y Berdiansk, dos ciudades ocupadas en el sur de Ucrania. Paralelamente, el Kremlin declaró que las nuevas entregas de armas estadounidenses a Kiev conducirán a un “agravamiento del conflicto” y no son “un buen augurio para Ucrania”.
En el terreno, los combates seguían haciendo estragos el miércoles. Ucrania informó de ataques y bombardeos rusos en el este y el noreste. Al menos cinco personas murieron y 17 resultaron heridas en las últimas 24 horas.
Tras una serie de reveses militares rusos en el noreste y sur de Ucrania, los combates se concentran actualmente en el este del país. Rusia bombardea además las infraestructuras ucranianas, sobre todo las instalaciones energéticas y militares, ataques que han dejado a millones de ucranianos sin luz y calefacción en el comienzo de un duro invierno. N