El jefe del Estado alemán, Frank-Walter Steinmeier, pidió “perdón” este lunes a los familiares de las víctimas israelíes de la toma de rehenes perpetrada durante los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972, que achacó a diferentes “fracasos” que acompañaron a la tragedia.
“Como jefe de Estado de este país y en nombre de la República Federal de Alemania, les pido perdón por la falta de protección de los atletas israelíes durante los Juegos Olímpicos de Múnich y por la falta de explicaciones que siguieron [al ataque], por el hecho de que ocurriera lo que sucedió”, declaró Frank-Walter Steinmeier durante una ceremonia organizada en Múnich por el 50º aniversario del atentado.
La ceremonia tuvo lugar en la base militar de Fürstenfeldbruck, a unos 30 kilómetros al oeste de Múnich, donde un asalto policial mal preparado para liberar a los rehenes acabó en un “baño de sangre“, en palabras del presidente alemán.
“Estamos hablando de una gran tragedia y de un triple fracaso. El primer fracaso se refiere a la preparación de los Juegos y al concepto de seguridad. El segundo son los acontecimientos del 5 y 6 de septiembre de 1972. El tercer fracaso comienza al día siguiente del atentado: el silencio, la represión, el olvido”, añadió Steinmeier.
Aquel año, ocho miembros de la organización palestina Septiembre Negro atacaron a la delegación israelí al amanecer en su alojamiento en la Villa Olímpica.
“MASACRE DE MÚNICH”
Mataron a dos atletas israelíes y tomaron a otros nueve como rehenes. Tenían la esperanza de intercambiarlos por más de 200 prisioneros palestinos.
Tras largas horas de negociaciones, la intervención de los servicios de seguridad alemanes en la base militar fracasó “catastróficamente”, dijo el presidente alemán.
Los nueve rehenes murieron en la operación, junto con un policía de Alemania occidental. Cinco de los ocho secuestradores fueron abatidos y los otros tres capturados.
Un total de 18 personas murieron en la toma de rehenes y muchos medios de todo el mundo calificaron los hechos de “masacre de Múnich“.
Los “Juegos de la Alegría“, que debían hacer olvidar los celebrados en Berlín en 1936 bajo el régimen nazi, se convirtieron en un fracaso.
“No estábamos preparados para un ataque así y, sin embargo, deberíamos haberlo estado”, admitió Steinmeier.
El asalto policial estuvo mal organizado. La policía alemana “no hizo el más mínimo intento de salvar vidas”, dijo Zvi Zamir, entonces jefe del servicio de inteligencia exterior (Mosad), en un informe desclasificado en 2012. N
Con información de AFP