Tras un proceso penal por la muerte de un estudiante de 21 años que fue objeto de la práctica brutal en el distrito de Bonthe, tres Relatores Especiales de la ONU emitieron una declaración que condenó la mutilación genital femenina como “una forma grave de violencia contra las mujeres y las niñas que equivale a tortura”.
“Viola los derechos fundamentales de sus víctimas, incluida su integridad física y sus derechos a no ser sometidas a tortura u otros tratos crueles y a la vida, la salud sexual y reproductiva”, dijeron.
Las costumbres discriminatorias están arraigadas en las normas sociales y las configuraciones de poder, inevitablemente vinculadas al estatus y al lugar en las comunidades, dijeron los expertos.
“Al igual que otras prácticas nocivas de naturaleza similar, la mutilación genital femenina refleja y perpetúa una tendencia más amplia de desigualdad de género”.
Los tres destacaron que la mutilación genital femenina no puede normalizarse ni utilizarse como justificación para invocar las costumbres socioculturales y religiosas en detrimento del bienestar de las mujeres y las niñas.
“Deben interpretarse de acuerdo con la tendencia más amplia de la violencia de género, que simplemente no puede continuar con impunidad”, explicaron los Relatores Especiales.
RENDICIÓN DE CUENTAS Y SANCIONES A LA MUTILACIÓN GENITAL FEMENINA
Según los informes, los procedimientos penales contra uno de los perpetradores acusados de mutilación genital femenina que llevaron a la muerte de la víctima se han visto obstaculizados por la falta sistémica de protección de las mujeres y las niñas.
“La falta de una legislación específica y aplicable que tipifique y castigue expresamente la mutilación genital femenina está obstaculizando la investigación judicial o de otro tipo y la persecución de estas prácticas nocivas y asesinatos ilegales”, dijeron los expertos.
“Las leyes y políticas deben proporcionar marcos claros de rendición de cuentas y sanciones disciplinarias con respecto a la mutilación genital femenina”, dijeron.
Los expertos de las Naciones Unidas instaron al Gobierno de Sierra Leona a establecer un conjunto completo de prohibiciones legales, incluso mediante el fortalecimiento de los memorandos de entendimiento con los profesionales locales y la enmienda de la Ley de los Derechos del Niño para prohibir explícitamente la mutilación genital femenina a niñas menores de 18 años.
Mientras tanto, acogieron con satisfacción el anuncio del presidente de su intención de apoyar un proyecto de ley sobre maternidad sin riesgos, que ayudará a mejorar el acceso de las mujeres y las niñas a los servicios de salud sexual y reproductiva.
“Sierra Leona está tomando medidas concretas y significativas para promover los derechos humanos, incluso a través de la reciente abolición de la pena capital“, dijeron los expertos.
“La respuesta del gobierno a la mutilación genital femenina será un testimonio de si dicho compromiso puede extenderse a los derechos de la mujer“, indicaron. N
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