

Durante la campaña electoral de Donald Trump en 2016 (y de nuevo en 2020), muchas de las características de su retórica fueron (y siguen siendo) fuente de contención y análisis. Uno de los elementos más constantes en su discurso fue la cantidad de veces en que Trump afirmó: “ser el mejor” en tal o cual cosa, o que “nadie sabía más que él” sobre tal o cual tema. En alguna ocasión afirmó que era “probablemente, el ser humano más honesto que Dios jamás había creado”.
¡No es sólo Trump! Personaje aparte, la conversación en todos los entornos (no solamente el político, sino también en la familia, en la empresa y en la vida en general) está plagada de trampas psicológicas que los científicos llaman “sesgos cognitivos”. Los sesgos cognitivos son, en lenguaje llano, “atajos mentales” que facilitan nuestras decisiones, causando en el proceso juicios irracionales sobre el mundo que nos rodea.
Ninguno de nosotros está exento de estos sesgos, que nos impiden pensar y decidir con claridad. Los sesgos, por definición, son invisibles para el que los tiene. Nadie cree, por ejemplo, ser racista o machista: especialmente aquellos que lo son en grado extremo. Tú y yo, aunque no los veamos, tenemos distintos sesgos que nos hacen estar constantemente equivocados. Estar consciente de su existencia nos permite pensar mejor, ser mejores críticos de nosotros mismos y abrirnos a la cualidad empática de un diálogo verdadero. Saber que muchas veces podemos equivocarnos es un primer paso para conversar mejor y tomar mejores decisiones.
Estos son cuatro sesgos cognitivos comunes. ¿Es posible que tengas alguno de ellos?
Si quieres saber un poco más te recomiendo los libros Mistakes were made (But not by me) de Carol Tavris y Elliot Aronson; Predictably Irrational de Dan Ariely y la página web www.yourbias.is.
Es difícil evitar los sesgos por completo. La solución empieza por identificarlos cuando suceden: hacer una nota mental cuando estas actuando de forma irracional, y tomar una pausa para tratar de corregir. Lo segundo es aprender a distinguir estos sesgos en los discursos políticos y sociales, de forma que no seamos víctimas fáciles de la manipulación. ¿Quieres mejores decisiones, mejores opiniones y mejor información? ¡Recuerda que puedes estar equivocado y eleva la conversación!
Francisco García Pimentel
@franciscogpr