El Reino Unido emitió una alerta sanitaria tras la detección del virus de la polio, enfermedad erradicada del país desde hace décadas. Según un comunicado de prensa de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA), el patógeno fue identificado en muestras de aguas residuales obtenidas durante una revisión rutinaria en el norte y el oriente de Londres.
Al decretar el estado de “incidente nacional”, la dependencia advierte a la ciudadanía sobre la necesidad de poner al día el esquema de vacunación.
En 1956, el Reino Unido introdujo la vacuna contra la polio en el programa nacional de vacunación y declaró erradicada la enfermedad en 2003. El último caso de “poliomielitis salvaje” (o silvestre) fue diagnosticado en 1984.
“Hemos iniciado una investigación para proteger a la población, por lo que instamos a la ciudadanía a confirmar que sus vacunas contra la polio estén al día. Esto aplica en especial a los padres de niños pequeños que hayan pasado por alto alguna oportunidad para inmunizarlos”, precisa el comunicado.
Hasta ahora, las autoridades de salud no han recibido informes de casos confirmados. Aun cuando el riesgo para el público general se considera bajo, es importante enfatizar que el virus puede diseminarse en alimentos y agua contaminados, y también mediante la mala higiene de manos.
¿UNA TRANSMISIÓN COMUNITARIA?
La UKHSA agregó que la investigación pretende determinar si la reaparición del virus es consecuencia de una transmisión comunitaria.
Por lo pronto, los científicos han determinado que se trata de un poliovirus vacunal tipo 2; es decir, un virus derivado de las vacunas.
Dicha cepa ocasiona efectos secundarios graves que incluyen la parálisis. No obstante, la vacunación puede reducir el riesgo.
Los investigadores opinan que el patógeno pudo haberse propagado en las áreas de estudio debido a “individuos estrechamente vinculados” que han empezado a eliminar el virus en las heces.
“El poliovirus derivado de una vacuna es muy raro, y el riesgo para el público general es extremadamente bajo”, agrega el comunicado de prensa de la Dra. Vanessa Saliba, epidemióloga consultiva de la UKHSA. “No obstante, el poliovirus vacunal tiene la capacidad para diseminarse, sobre todo en comunidades donde la inmunización es limitada”.
“En contadas ocasiones, el virus llega a ocasionar parálisis en individuos que no han completado el esquema de vacunación. Por ello, si usted o sus hijos no están al día con las vacunas contra la polio, es importante que acuda con su médico para actualizar el esquema.
“La mayor parte de la población británica queda protegida durante la infancia. Pero existe cierto riesgo para los individuos que viven en comunidades con escasa cobertura vacunal”, concluye el comunicado.
¿QUÉ ES LA POLIOMIELITIS?
Si bien la poliomielitis es una enfermedad viral que existe desde la antigüedad, el patógeno fue identificado oficialmente en 1908.
Aunque muy raro, el poliovirus es en extremo contagioso y suele diseminarse mediante el contacto personal. Una vez que entra en el cuerpo, el patógeno se establece en los intestinos y la garganta de las personas infectadas.
La diseminación se inicia cuando un portador no lava bien sus manos después de usar el baño y deposita el virus en el agua potable o los alimentos. Aun cuando el patógeno también puede propagarse en las gotículas respiratorias que la persona expulsa al toser o estornudar, este mecanismo de transmisión es muy poco probable.
A decir de la Organización Mundial de la Salud, el riesgo de transmisión de polio en el Reino Unido es muy bajo, gracias a que la tasa de vacunación del Reino Unido es muy alta.
Pese a ello, la UKHSA señala que la tasa de vacunación de Londres ha menguado de manera importante en los últimos años.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS?
En la mayoría de los casos, el individuo ni siquiera se da cuenta de que el virus ingresó en su organismo, pues el sistema inmunológico combate el patógeno sin ocasionar síntomas.
Aun así, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) aclaran que una de cada cuatro personas puede experimentar un cuadro sintomático que semeja un resfriado, y que puede incluir dolor de garganta, fiebre, fatiga, malestar general, dolor de cabeza y dolor abdominal.
En raros casos, las personas infectadas pueden desarrollar síntomas graves que abarcan desde parestesias (hormigueo o sensación de pinchazos en las piernas) hasta meningitis y parálisis. De manera muy ocasional, el cuadro sintomático puede incluir debilidad en los brazos, en las piernas o ambos.
La parálisis es la complicación más peligrosa de la poliomielitis, ya que puede ser mortal.
Los casos más graves de polio pueden conducir a lo que se conoce como “síndrome pospoliomielítico”: una colección de signos y síntomas incapacitantes que aparecen décadas después de la infección inicial. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek).