Si bien la guerra continúa desgarrando a Ucrania, su ministro de Finanzas afirma ver las “primeras señales” de recuperación económica y apunta a la reconstrucción del país.
“La guerra continúa, pero no hay una escalada como durante los dos primeros meses” de la invasión rusa a Ucrania, lanzada el 24 de febrero, declaró el ministro Sergiy Marchenko en su oficina decorada con una bandera nacional amarilla y azul, en el barrio histórico de Kiev.
“Esto continúa, pero no al ritmo que vimos antes”, agrega el ministro de 41 años en entrevista con la AFP. Como muchos responsables ucranianos, desde el inicio de la guerra Sergiy Marchenko cambió su traje por un estilo más relajado y viste una sudadera con capucha.
Al día de hoy, el panorama es desastroso para el país, que ya era uno de los más pobres de Europa antes de la invasión y ha visto millones de ciudadanos huir al extranjero, principalmente mujeres y niños.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé un derrumbe del 35 por ciento del PIB de Ucrania este año. Mientras, Marchenko espera de su lado una caída del 45 al 50 por ciento y evalúa los daños globales causados por la guerra en “alrededor de 600,000 millones de dólares”.
Los ingresos por aranceles aduaneros cayeron un 70 por ciento y los fiscales, entre “25 y 30 por ciento”. Las exportaciones e importaciones se redujeron prácticamente a la mitad y la inflación superó el 16 por ciento interanual en abril, enumera.
UN CAMINO DE REGRESO A CASA
Pero luego de haberse planteado la toma de Kiev, las tropas rusas se retiraron de los alrededores de la capital y del norte. Ello abrió el camino al regreso de una parte de los habitantes y a la reapertura de comercios.
“La demanda de los consumidores aumenta, las conexiones se reanudan” en Kiev y su región, se felicita Marchenko, para quien el regreso de las embajadas a la capital “da una señal para que vuelvan los ciudadanos” y “recomiencen sus actividades económicas”.
Por otra parte, muchas empresas transfirieron sus actividades al oeste de Ucrania, que se ha librado relativamente hasta el momento de la guerra. Mientras, continúan los combates en el este y el sur y los ataques rusos en todo el país.
Ucrania no planea ningún cese de pagos ni reestructuración de su deuda externa, pero “necesitamos 5.000 millones de dólares mensuales para cubrir nuestro déficit presupuestario”, explica el ministro, cuya tarea prioritaria actualmente es garantizar el flujo permanente de la ayuda financiera internacional.
“Pedimos un apoyo financiero elevado, pero el precio también es elevado. Para nosotros es un medio de supervivencia”, constata Marchenko.
“Ucrania es actualmente un puesto de avanzada de la lucha por la democracia, no podemos perder esta guerra. Necesitamos armas, fondos y sanciones” contra Rusia, agrega.
RECONSTRUIR LA UCRANIA DEVASTADA
Los fondos son necesarios para combatir, pero también para reconstruir esta Ucrania devastada por la guerra. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, llamó a la comunidad internacional a elaborar un nuevo “plan Marshall” para su país, en referencia al programa de ayuda económica estadounidense para la reconstrucción de Europa tras la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
“Tenemos que dirigir los activos rusos [incautados] en el extranjero para reconstruir Ucrania”, subraya de su lado el ministro.
“Cuando el ocupante entra en el territorio ucraniano, roba. No solo destruye las infraestructuras y los comercios y mata gente: roba cereales y recursos minerales”, acusa.
A su entender, las infraestructuras “críticas” son las más dañadas en Ucrania y deben ser las primeras en ser reconstruidas tras la guerra.
“La tarea principal es permitir a la gente volver a los territorios liberados y reanudar una vida normal con electricidad, agua y gas y otras infraestructuras como rutas y puentes”, concluye Marchenko. N