El gobierno del dato es una disciplina en la que estamos muy inmaduros en México. Esta asignatura suele tocar tres dimensiones: la tecnología, las personas y los procesos. Asimismo, como en cualquier entorno de trabajo, requiere de tener en cuenta una serie de pilares operativos.
Los pilares del gobierno del dato son cinco. Su correcta implementación recae en cada área funcional dentro de la empresa y es orquestado por un comité de gobierno que reporta directamente al CEO.
OWNERSHIP
¿Quién es el dueño del dato? Suena trivial la pregunta, pero por poner un ejemplo, ¿quién decide cuál es la dirección correcta de un cliente? ¿Es la dirección que puso en su último pedido en comercio electrónico?
Cuando existen decisiones sobre cuál es la definición “correcta” de un campo, es necesario tener un dueño que entienda el uso de ese campo y cómo afecta a la operación del negocio.
ACCESIBILIDAD
¿Quién tiene acceso a consultar, editar o descargar el dato? Si no somos capaces de plantear dichos niveles, nos encontramos en un riesgo latente de perder el activo más valioso dentro de nuestra relación con un cliente, proceso o variable externa.
Por ello, es necesario, al igual que se tiene un mapa de compensación en la empresa, contar con un mapa de accesibilidad a la información donde, en función de la responsabilidad del puesto y la madurez de la persona, debemos de ser capaces de distinguir entre la información que debe tener acceso y cuál no.
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SEGURIDAD
Este pilar se explica por sí mismo. No solo hablamos de las implicaciones legales en el uso del tratamiento de los datos, sino de tener la capacidad de implementar políticas corporativas que disminuyan el riesgo latente por ciberataques, filtración de información sensible al mercado o incluso de ser capaz de evitar malas prácticas de los empleados que pueden poner en riesgo la operación entera de un negocio al contaminar las bases de datos actuales.
CALIDAD
Cuando no se cuenta con los procedimientos y el tiempo de capacitar a la gente para entender la implicación y su responsabilidad de mantener la data fiable, nos aventuramos a los riesgos de tomar decisiones erróneas basadas en “datos” de mala calidad.
Se estima que entre un 5 y 8 por ciento de la data que hoy tienen las empresas padecen fallas fatales, lo que significa que deberían ser descartados en lugar de utilizados para la toma de decisiones.
Para entender el concepto de calidad normalmente se habla de cinco cualidades dentro de un dato: que sea correcto, que esté completo, que sea confiable, relevante y esté contextualizado en el tiempo de forma correcta.
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CONOCIMIENTO
En este pilar es donde podemos entender el valor del gobierno del dato. Cuántas empresas crean un ecosistema de reportes robusto que termina siendo destrozado por los usuarios al bajarse a Excel y manipular la información para darle una vista particular que el usuario está buscando.
¿Qué pasaría si documentáramos la razón de una visualización, una métrica o un indicador clave? En la actualidad no deberían de existir puestos que no tuvieran claridad en las métricas más importantes del negocio.
Se estima que un buen gobierno del dato puede generar ahorros en arquitectura y aplicativos entre un 15 y 18 por ciento del presupuesto asociado con data, por lo que no es recomendable abordar un proyecto de transformación digital sin tener en cuenta la importancia del gobierno del dato.
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Para que las inversiones en dato se conviertan en una inversión que es depreciable en el tiempo, es necesario que, como cualquier otro activo, se le dé mantenimiento preventivo y correctivo, así como actualizaciones.
Si no queremos estar constantemente invirtiendo en nuevas soluciones, debemos ser capaces de poner en valor el rol del gobierno del dato sobre la responsabilidad de darle a un plan de inversión y de depreciación el tiempo de vida útil máximo para evitar a la empresa el desperdicio de sus recursos. N
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Guillermo Garza es jefe de estrategia de clientes en NTT Data. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.
